
El terremoto ocurrido ayer en Japón no ha causado más que un aumento de la incertidumbre sobre la nefasta política de defender las centrales nucleares en un país con alto riesgo sísmico. Las escuelas de Corea del Sur cerraron por culpa de la lluvia radiactiva, el pescado está contaminado y China ya ha detectado un alto riesgo de radiactividad en sus verduras debido a los vientos que portan la radiación.
En el terreno de la solidaridad internacional, ExxonMobil (empresa matriz de firmas como Mobil1 o Esso), ha decidido donar un millón de combustible para las áreas afectadas por el tsunami. En concreto, los municipios afectados recibirán cantidades de gasolina, gasoil -diesel- y queroseno, que facilitarán las propias estaciones de combustible situadas en el país a partir del día 11 de Abril.