En el segmento C europeo, la competencia es feroz. Anualmente se venden unos 3 millones de unidades y los coches tienen que ser algo más que "únicos". Es un segmento donde ser bueno no es suficiente.
Tomando como base su exitoso predecesor, los diseñadores del nuevo Mazda3 se propusieron nada menos que crear un coche que interaccionase a varios niveles con su propietario. A primera vista, el Mazda3 es un turismo de alta calidad, con una combinación imbatible de prestaciones, eficiencia de consumo y funcionalidad. En pocas palabras, una propuesta segura, práctica y deslumbrante. Hasta aquí, sigue las huellas de los demás modelos de nueva generación de la marca: el Mazda CX-5, un SUV compacto con la conducción de una berlina, y el nuevo Mazda6, que ha llegado con mucha fuerza al segmento de berlinas medias.