No por esperada (desde hacía semanas se venía rumoreando la noticia de que la escudería de Fórmula 1 estaba a la venta, debido a sus penosos resultados en la competición) es menos sorprendente la noticia de la venta -que no desaparición- del equipo Caterham F1. La escudería acaba de confirmarlo hace apenas unas horas, anunciando que Tony Fernandes y sus socios la han vendido a "un consorcio de inversores suizos y de Oriente Medio", sin especificar más sobre quienes han sido los compradores.
Pero esto no significa que Caterham vaya a desaparecer de la Fórmula 1. De momento se ha confirmado que todo el equipo, el nombre y la sede de Leafield continuarán como hasta ahora, e incluso no se cambiará de denominación. Al menos de momento. Y parece previsible a que el motivo es que los inversores no van a quedarse con el equipo, sino que lo que buscan -como inversores que son, valga la redundancia- es vender la escudería y obtener beneficios con dicha venta.