Los biocombustibles son una mezcla de diferentes sustancias orgánicas que, tratadas de forma adecuada, pueden servir como combustible para los motores de combustión. Este tipo de carburante es más ecológico que el derivado del petróleo porque, en teoría, los vegetales básicos para su obtención absorben una cierta cantidad de CO2 durante su crecimiento, mientras que las emisiones a la atmósfera son similares a las de los combustibles fósiles.
Como es lógico, no todo es tan liso y llano, y un motor convencional necesita una adaptación para funcionar con biocombustibles al 100%, e incluso a menor concentración, como el 85% del E85 (bioetanol). Sin embargo, la gran mayoría de los motores modernos, esto es, de los fabricados recientemente, pueden funcionar sin demasiado problema con bioetanol de concentraciones hasta el 10% (E10).