Los biocombustibles son una mezcla de diferentes sustancias orgánicas que, tratadas de forma adecuada, pueden servir como combustible para los motores de combustión. Este tipo de carburante es más ecológico que el derivado del petróleo porque, en teoría, los vegetales básicos para su obtención absorben una cierta cantidad de CO2 durante su crecimiento, mientras que las emisiones a la atmósfera son similares a las de los combustibles fósiles.
Como es lógico, no todo es tan liso y llano, y un motor convencional necesita una adaptación para funcionar con biocombustibles al 100%, e incluso a menor concentración, como el 85% del E85 (bioetanol). Sin embargo, la gran mayoría de los motores modernos, esto es, de los fabricados recientemente, pueden funcionar sin demasiado problema con bioetanol de concentraciones hasta el 10% (E10).
Mitos y leyendas sobre el bioetanol E85
Como pasa siempre que se introduce una tecnología nueva o, en este caso, un combustible diferente (aunque lleva ya años entre nosotros, su penetración empezó a ser significativa hace poco tiempo), surgen todo tipo de dudas a su alrededor, que con la suficiente difusión y distorsión, no se sabe si interesada, o casual, derivan en mitos y leyendas. Estos mitos y leyendas no hacen sino perjudicar al conductor interesado en saber más sobre combustibles alternativos y teóricamente más ecológicos, porque generan más dudas (sobre sus dudas iniciales).
Veamos las más comunes:
1. El E85 es corrosivo, y va a estropear el depósito de mi coche: es un mito, algo falso. El etanol es corrosivo, y la gasolina también, pero eso no estropea el depósito del coche. Lo que lo estropea es el agua, y la corrosión por agua provoca óxido. Esto es verdad para coches muy antiguos, porque los modernos (desde los 80-90) están totalmente protegidos de esos efectos perniciosos del agua.
2. Mi motor se estropeará si uso Bioetanol, a menos que tenga un coche FlexiFuel. Esto es una verdad a medias. Si usamos bioetanol a diario durante un largo plazo, podemos estropear el motor. Es mejor tener el motor adaptado y usar bioetanol, que no tenerlo adaptado y usarlo. Si nos equivocamos, notaremos algún efecto que lo delatará al instante. Basta con no volver a repostar, o bien vaciar el depósito, y llenar de nuevo con el combustible adecuado.
3. El etanol va a quemar mi motor. Es falso porque se entiende al revés el concepto de octanaje. El etanol tiene unos 115 octanos, y el bioetanol E85, unos 105 octanos. Se inflama a temperatura más baja que la gasolina normal (y que la súper), y por tanto contribuye a que haya menos “carbonilla” en los conductos, y a mantener el motor limpio más tiempo.
4. El E85 contamina más que la gasolina. Esta es una afirmación sin demostrar. Es decir, se dice que contamina más, pero no hay pruebas concluyentes sobre esa afirmación. Es más una especulación, o una opinión sin fundamento, que una evidencia científica.
5. Con el bioetanol E85 pierdes potencia en el motor. Es falso. El etanol libera menos energía por unidad de volumen que la gasolina, eso es verdad, pero como el punto de combustión es más bajo que el de la gasolina, el motor funciona a pleno rendimiento con menor temperatura, así que en términos generales, tiene mayor potencia.
Los biocombustibles han llegado para quedarse. Es verdad que existe cierta polémica en su efecto sobre el incremento del coste de los alimentos (de los que se pueden utilizar para obtener biocombustibles), pero la verdad es que contribuyen de manera decisiva a disminuir las emisiones nocivas a la atmósfera.
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