El Consejo de Dirección y el Comité de Empresa de Porsche han acordado implementar medidas de apoyo al empleo para la planta de Zuffenhausen, con el objetivo de salvaguardar los más de 3.100 puestos de trabajo de producción industrial que existen en dicha fábrica, así como de permitir un futuro crecimiento. Los aspectos clave del acuerdo "Paquete de medidas 2020 para la planta", que serán negociados a comienzos del otoño de 2014, incluyen la expansión de la línea de ensamblaje de vehículos, además de unas nuevas instalaciones para la construcción de carrocerías destinadas a los modelos de dos puertas. Esto significa que en el futuro el Boxster y el Cayman, así como el 911 y el superdeportivo 918 Spyder, se producirán exclusivamente en la planta matriz en Stuttgart. Las medidas previstas suponen un volumen de inversión bastante superior a los 400 millones de euros y, al menos un tercio de dicha cantidad, será financiado con el incremento de la "flexibilización" de los tiempos de trabajo y de descanso. Todos estos aspectos fundamentales fueron anunciados a los trabajadores en un memorando conjunto, firmado por Oliver Blume, miembro del Consejo de Dirección como responsable de Producción y Logística, y Uwe Hück, presidente del Comité de Empresa General y del Comité de Empresa de Porsche AG.
"La planta matriz de Zuffenhausen es la instalación modelo de la marca Porsche y está considerada como un símbolo de la máxima calidad, productividad y flexibilidad en la producción, no sólo en el mundo del automóvil", comenta Oliver Blume. Para permanecer en esa línea, la compañía anunció el pasado año que invertiría hasta 2018 una cantidad adicional de 700 millones de euros en estas instalaciones de Porsche, situadas al norte de Stuttgart. "Mi sueño, nuestro sueño, se está haciendo realidad. He estado trabajando por este objetivo desde 2009 y la idea parecía una broma, pero ahora ha sucedido: todos los modelos Porsche de dos puertas saldrán de aquí en adelante de Zuffenhausen. Pero ha llevado cinco años convencer a todo el mundo", decía Uwe Hück. Del total de inversiones, alrededor de 300 millones de euros está previsto que vayan para una nave de construcción de carrocerías completamente nueva, en la que las carrocerías de los deportivos se podrán producir con las tecnologías más vanguardistas. La planta ya tiene una nave de pintura muy avanzada, que empezó a operar en 2011, después de unas inversiones de 200 millones de euros. "Durante años todo el equipo de la planta de Zuffenhausen ha establecido un récord tras otro, y también hemos impulsado con éxito nuestra productividad, hasta un punto donde somos capaces de reducir los tiempos de trabajo en 34 horas por semana de coste neutral", continuaba Oliver Blume. Uno de los objetivos resueltos por el Consejo de Dirección y por el Comité de Empresa fue el de cualificar a los empleados para los enormes retos de la manufactura de automóviles en el futuro; hay nuevos materiales y procesos, así como integración electrónica y asignaciones flexibles a varios puestos de trabajo.