Los conductores jóvenes asumen conductas de riesgo al volante del coche de sus padres, que muchos toman prestado sin preguntarles. Estas conductas incluyen superar los límites de velocidad, utilizar teléfonos móviles mientras conducen y conducir bajo los efectos del alcohol.
Estas son las conclusiones de una nueva encuesta encargada por Ford que destaca la necesidad de formación específica para conductores en Europa, continente donde los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre conductores jóvenes y existen presiones económicas que hacen que los jóvenes permanezcan en el hogar paterno más tiempo.