
Así ha sido siempre, los jóvenes de hoy en día quieren poder moverse. De algún modo, quieren más flexibilidad para moverse por ahí que las generaciones previas. Más aún, para éstos, la polución medioambiental, los atascos, la escasez de aparcamientos y los accidentes en las ciudades que más crecen, especialmente en las naciones emergentes, son los efectos negativos del tráfico que crece a la vez que las ciudades, efectos que se pueden sentir en cualquier parte del mundo.
El estudio fue realizado encuestando a 500 jóvenes en cada una de las ciudades siguientes: Berlín, Hamburgo, París, Moscú, Los Ángeles, San Paulo, Delhi, Singapur, Pekín y Bangkok. Las respuestas fueron muy variadas, pero una cosa ha resultado en común: Los jóvenes urbanitas están interesados en un modelo que permita compartir coche, automóviles que puedan ser alquilados de forma flexible procedentes de una flota urbana.