Disfrutar de un coche de renting tiene tantas o más responsabilidades que uno de propiedad particular aunque sus conductores no siempre sean conscientes de ello. Cuando expira el contrato, el momento de entrega siempre es crítico y no un simple trámite consistente en la devolución del coche, sino que un perito debe examinar el estado en que se ha entregado. Ese estado debe ser acorde al uso y desgaste de tiempo y kilómetros contratados, pero si no es así y el vehículo no está en buenas condiciones, el conductor podría tener que afrontar un sobrecoste que puede oscilar entre los 800-900 euros, lo que supone en torno a un 6% del precio del VO, estimado en 14.000 euros.
DEKRA, proveedor global de servicios de gestión de vehículos usados, certificación e inspección industrial, en colaboración con la Asociación Española de Renting (AER), ofrece al conductor en su "Guía del normal uso y desgaste de los vehículos de renting" una serie de recomendaciones para saber en qué condiciones debe entregar el coche a la finalización del contrato de alquiler y evitar así sorpresas desagradables para el bolsillo.