- Las pistas de pruebas de Ford en Lommel (Bélgica) y Michigan (EE.UU.) recrean kilómetros de pavimento accidentado con baches y superficies dañadas así como las carreteras en peores condiciones.
- Con simulaciones reales por carretera, y a través de la adquisición de datos mediante alta tecnología y de miles de kilómetros de complicadas pruebas, se garantiza la resistencia de los sistemas de suspensión de Ford.
Los ingenieros de Ford saben que no todas las vías son iguales. Algunas están llenas de baches. Otras simplemente consisten en despiadadas pistas similares a caminos secundarios. Sólo unas pocas carreteras en todo el mundo son aptas para los vehículos que circulan sobre ellas.
Los ingenieros saben que muchos conductores aceleran sobre los baches con una profundidad de diez centímetros o realizan giros muy rápidos en las carreteras empedradas. Para asegurar que sus vehículos pueden soportar una dinámica de conducción como esta, los ingenieros de Ford prueban los vehículos para todos los mercados mundiales en las pistas de pruebas de Lommel (Bélgica) y Michigan (Estados Unidos).
Se simulan distintos tipos de condiciones de carretera incluyendo caminos moderadamente en mal estado, tales como los de Europa y América del Norte, así como carreteras extremadamente difíciles como las de los países emergentes, teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas pueden hacer que estos caminos empeoren todavía más.
Los conductores de vehículos Ford pueden estar seguros de que sus coches están diseñados para hacerles frente, gracias a las rigurosas pruebas y al desarrollo de los procesos establecidos para el chasis y los sistemas de suspensión.
Pruebas sobre exigentes pistas
Todos los nuevos modelos de Ford se someten a una difícil prueba y proceso de desarrollo para asegurar que no sólo ofrecen unos niveles de confort de primera clase para los ocupantes, sino que también son capaces de soportar las cargas impuestas a la carrocería cuando se circula por superficies de carretera en malas condiciones o bacheadas.
En la pista de pruebas de Lommel se somete a los nuevos vehículos a una variedad de superficies altamente exigente y cuenta con unos 50 kilómetros de pistas de ensayo, muchas de las cuales están diseñadas específicamente para someter a los sistemas de suspensión a pruebas definitivas.
"Hemos recreado algunos de los peores baches en Europa en nuestro circuito de pruebas. Si nuestros coches pueden pasar estas pruebas, entonces se pueden enfrentar a casi cualquier cosa que encuentren en la carretera", dijo Eric-Jan Scharlee, Técnico Especialista en pruebas de resistencia y durabilidad en Lommel. "Piensa en la superficie de carretera que quieras, nosotros la tenemos en nuestra pista de pruebas".
Tanto el circuito de pruebas de Lommel como el de Michigan cuentan con réplicas de superficies –de carreteras reales– de todo el mundo. Los visitantes a las instalaciones de Bélgica, por ejemplo, puede que se sorprendan al encontrar señales de tráfico que indican que han viajado a Francia, Reino Unido y EE.UU, todo dentro de unos pocos cientos de metros, pero es a través de la recreación tan minuciosa de las superficies de caminos reales de todo el mundo, como Ford es capaz de ofrecer productos que cumplen y van más allá de los requerimientos de los conductores del mundo real.
No obstante, junto a estas superficies simuladas del mundo real existen baches artificiales diseñados para colocar cargas controladas en los componentes de la suspensión de los vehículos Ford y que permiten a los ingenieros de Ford medir las fuerzas y exigencias de los coches que los cruzan.
"Utilizamos dos tipos de pistas de pruebas en Ford para recrear las condiciones que los clientes están viendo en las carreteras", dijo Scharlee. "El primero simula carreteras reales, como la Ruta Baja de Dunton en Essex (Reino Unido), mientras que el segundo incluye una serie de baches que han sido construidos artificialmente para simular diferentes condiciones de conducción".
La norma se repite en la pista de pruebas de Michigan: "Pasamos sobre grava, sobre adoquines, vamos a toda velocidad, agitamos un poco el coche", dijo Dan Coleman, Gerente de Proceso Global de Resistencia y Durabilidad en Dearborn, Michigan.
Ford desarrolla pruebas de suspensión para cumplir los requisitos de los clientes globales
Para recrear condiciones reales de carretera, los ingenieros de Ford realizan encuestas a conductores de cada segmento de vehículos en diferentes partes del mundo pidiendo que evalúen los caminos por los que conducen y preguntando de qué manera utilizan sus vehículos. Así pueden crear un perfil estadístico del conductor, del tipo de carretera que el conductor utiliza y sus hábitos de conducción, y aplicarlo a un ciclo de ensayo de resistencia en el correspondiente circuito de pruebas.
Con estos datos, los ingenieros pueden extrapolar qué cantidad de carga es probable que sea incorporada al vehículo a lo largo de su vida, diciéndoles lo mucho que el vehículo tiene que ser capaz de soportar.
"El desafío para un sistema de suspensión es cuando sale del bache", dijo Simon Mooney, Ingeniero de Pruebas de Carga en Carretera, en el Centro Técnico de Dunton, Essex (Reino Unido). "El impacto puede ser como tocar un bordillo. Probamos todos los tamaños de ruedas y neumáticos que producimos para nuestros vehículos hasta el límite para así estar seguros de que pueden hacer frente a todo".
La producción global de vehículos por parte de Ford hace que los procedimientos de ensayo y los requisitos en los campos de prueba alrededor del mundo sean homogéneos.
Rigurosas pruebas utilizando equipos de alta tecnología
Las pruebas de chasis y suspensión para los vehículos de pasajeros se realizan en dos fases: la primera, diseñada para simular las demandas extremas a las que se somete la suspensión de un vehículo en el transcurso de su vida útil. Durante la segunda, el énfasis se desplaza a todo el vehículo, incluyendo la simulación de conducción a alta velocidad y por carretera rural.
Durante estas pruebas, se utilizan equipos de alta tecnología para registrar las cargas y tensiones a las que se someten los componentes de la suspensión. El equipamiento de seguimiento de ruedas y suspensión especialmente adaptado a los denominados vehículos de “Adquisición de Datos de Carga en Carretera” pueden ascender hasta 125.000€, y en combinación con la sofisticada grabación de datos y los equipos procesadores en el interior del coche, pueden incrementar el valor de estos vehículos por encima del millón de euros.
"En estos coches utilizamos ruedas dirigidas de manera especial que miden las fuerzas y los movimientos correspondientes en tres direcciones. En algunos vehículos hay varios sensores que pueden dar como resultado hasta 200 canales adicionales a través de los cuales obtener los datos", dice Mooney.
| Fuente: Ford
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