¿Debería reducirse la velocidad hasta los 90 km/h?

Cuando el ejecutivo decidió rebajar la velocidad máxima a los 110 kms/h en autovías y autopistas de España por motivos económicos, esgrimió como una de sus razones el ahorro de gasolina que ello supondría. Sin embargo, no han sido pocos los expertos que han recomendado, o declarado, que un descenso de hasta los 90km/h sería lo más lógico en motores de combustión interna, por su propio funcionamiento.

Pero, ¿cuáles son las razones para ello? En un motor de explosión interna que fuera "perfecto de funcionamiento", es decir, que se quemara toda la mezcla que llega a los cilindros, todo el carbono de la gasolina se uniría con el oxígeno, y el gas de escape contendría únicamente agua (H2O) y bióxido de carbono (CO2), los dos totalmente inofensivos. Pero como esto no ocurre, la gasolina que no se quema o se quema parcialmente produce monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NOx) y parte del vapor de agua contenido en la gasolina que no se ha quemado.



A esta "relación ideal" de la mezcla entre aire y combustible se la denomina "relación estequiométrica". Para la gasolina la relación es de 14.7:1, que sería la mezcla adecuada de combustible y oxígeno para producir una combustión completa. Conforme a esta mezcla se hace más pobre, la potencia se reduce y el consumo aumenta. En los modernos motores a inyección, los sistemas electrónicos, usando múltiples sensores, intentan "en todo momento" ajustar esta mezcla a la ideal (salvo cuando se requiere potencia), mientras que en los modelos a carburador la mezcla es prácticamente idéntica, variando su caudal dependiendo de la apertura del acelerador.

Por construcción y por el funcionamiento propio de un motor de combustión interna, es bien conocido que la relación entre la mezcla, la eficiencia volumétrica y el aprovechamiento de combustible empeora a partir de pasar de los 90 km/h. Es decir, a partir de esa velocidad, el motor cada vez consumirá más para obtener una potencia cada vez menor, ya que crece exponencialmente la resistencia al avance, la pérdida térmica (por calentamiento) y la dificultad de llenado total de los cilindros.

Fuente: Revista Coche