Francia, junio de 1936. Tras una oleada de huelgas en las principales industrias del país, el recién elegido gobierno del Frente Popular aprueba una medida que revolucionaría los usos y costumbres: llegan las primeras vacaciones pagadas. Los trabajadores galos contarían, desde ese momento, con 15 días de asueto anuales en los que seguirían percibiendo su salario. Esas dos semanas de ocio conllevarían cambios como el desarrollo del turismo y el éxodo veraniego hacia las playas.
El Citroen Traction, lanzado en 1934, es el coche que simboliza esta época, ya que fue el automóvil que llevó a miles de franceses a su primer viaje al mar o a la montaña. Además de estrenar innovaciones como la tracción delantera o los frenos hidráulicos, se convirtió en un sinónimo de una nueva forma, libre y despreocupada, de entender la vida.