Con la nueva reglamentación para esta temporada 2014 de la Fórmula 1, algunos medios de comunicación vaticinaban que se verían cosas "impresionantes", soluciones "extrañas" y diferentes a los mismos problemas, y monoplazas mucho más espectaculares. No ha sido así. Hasta el momento, las escuderías de las que hemos visto sus coches (Ferrari, McLaren, Lotus, Force India y Williams) tienen un diseño muy similar. Cierto que la FIA restringe mucho la innovación en aras a la seguridad y a la mayor competitividad posible, pero aún así resulta muy llamativo que partiendo todos con diferentes equipos e ingenieros, se obtenga el mismo resultado.
Cierto es también que en la Fórmula 1 hablamos de diferencias de centésimas (con el permiso de Red Bull estos últimos años, en donde a veces ganaba por varios segundos), y que las tecnologías que se usan llevan años ya estando bastante bien definidas, e incluso sería comprensible que durante estos últimos años de poca o nula evolución, y con la salvedad de los escapes soplados o del alerón trasero de McLaren en 2010 (que hacía que en rectas fuera hasta 6 km/h más veloz que sus rivales y que luego, como el "ala de tiburón" de Red Bull, sería copiado por todos), el coche a principios de temporada era muy parecido entre todas las escuderías.
Pero este año, debido a los enormes cambios que hay en el reglamento, se suponía que no iba a ser así, y realmente las diferencias son tan mínimas (geometría de suspensiones y pequeños detalles aerodinámicos) que para alguien no técnico o no ingeniero cuesta a veces caer en ellas. Es aún más chocante y extraño si cabe que todos los monoplazas hasta ahora, absolutamente todos, hayan optado por el "morro de morsa". Es como si se hubieran visto entre ellos los diseños o los hubieran hecho casi a la vez. ¿A qué responde todo esto? ¿Es una coincidencia real, o no es más que un "paripé" y quieren tomarles el pelo a todos los aficionados?
Bueno, desde que McLaren tuviera que responder ante la FIA, en el año 2007, por el espionaje que habían realizado a Ferrari (sacando fotocopias deprisa y corriendo de forma burda en la primera librería que encontraron) ha quedado bastante claro que el espionaje entre las escuderías de Fórmula 1 es algo de lo que nadie habla ni quiere ver pero que entre todos se da por sentado. Es una especie de "status quo", de la misma forma que se copian unos a otros las estrategias de carrera, o "se pinchan" las comunicaciones mutuamente, llevando a espias por todo el circuito rastreando señales de radio, entre otras muchas cosas. Por lo tanto si hasta esas nimiedades se filtran y se espían, ¿cómo no iban a hacerlo con los monoplazas, cuando es la pieza más importante del tablero que les permite ganar?
Si a esto unimos el auténtico "desfile" de ingenieros y mecánicos entre escuderías (de cuyos fichajes nos enteramos a veces cuando son de renombre, como por ejemplo cargos de directores técnicos o de diseñadores, pero no del resto de personal), entonces ya lo podemos ver todo más claro. Este personal que llega nuevo (durante el año pasado el cambio de trabajadores entre escuderías forma una lista casi interminable) no solo traen sus conocimientos y su saber hacer, sino que, por supuesto, trae también consigo todo lo que hasta el momento el equipo en el que han estado de turno ha ido descubriendo o desarrollando. Estas cosas no es que estén bien ni mal, realmente a muchas escuderías les permite adelantar trabajo, solventar problemas y ahorrarse una buena cantidad de esfuerzo pero, sobre todo, de tiempo. Todos recordamos la llegada de Pedro de La Rosa a Sauber, y cómo gracias a él el equipo suizo fue de los primeros en tener el conducto de aire para el alerón trasero (denominado como F-duct) que fuera desarrollado por McLaren -escudería de la que partía Pedro, como sabéis-.
Con todo esto que acabamos de explicar, y añadiendo además el estricto control que tienen que hacer para cumplir las especificaciones de la FIA, queda bastante claro el por qué los monoplazas de Fórmula 1 parecen "un calco" unos de otros. Y por qué soluciones como el morro morsa y elementos similares son tan parecidos entre ellos. La verdad es que ante esto uno se pregunta si no sería mejor hacer un coche "básico" y que luego las escuderías fueran añadiendo los elementos sobre él que consideren oportunos, como pequeñas piezas que puedan hacer a ese modelo más competitivo que sus rivales, entradas de aire, alerones y demás. Con ello se ahorrarían una enorme cantidad de recursos y mucho dinero. Sería una buena solución para que esta forma de espionaje "de facto" que existe hoy en día pueda pasar a ser cosa del pasado y ser algo más honestos unos con otros. Y, por supuesto, también más honestos con los aficionados.
| Redacción: Revista Coche
No hay comentarios:
Publicar un comentario