Bosch presenta la nueva generación de sondas Lambda
A causa de la legislación cada vez más estricta respecto a los límites sobre emisiones, la importancia de los sensores de gases de escape sigue aumentando. Al mismo tiempo, crecen los requisitos de los fabricantes de automóviles en relación con el espacio de montaje, la exactitud de las mediciones y la robustez de dichos sensores. Por eso, Bosch sigue impulsando el desarrollo y la mejora de las sondas Lambda.
Con la sonda LSF Xfour se inicia ahora la fabricación en serie de la generación posterior a la sonda de salto LSF4.2, que ha demostrado en los últimos años su excelente capacidad. La nueva sonda Lambda es más pequeña y más robusta y consigue, al mismo tiempo, una mayor exactitud en sus mediciones y una reacción más rápida una vez que el motor arranca.
Más rápida, más exacta, más pequeña y más robusta
Los ingenieros de desarrollo de Bosch han podido reducir a la mitad el tiempo de reacción de la sonda tras arrancar el motor, en comparación con el modelo anterior de sonda LSF4.2. De esta manera, el tiempo en el que el motor emite gases de escape sin control se reduce considerablemente. En combinación con la mayor exactitud de las mediciones, se pueden cumplir mejor las futuras regulaciones legales respecto de las emisiones contaminantes, además de proteger mejor el medio ambiente. Gracias a la reducción de las dimensiones, se ha podido disminuir el espacio necesario para el montaje de la sonda Lambda obteniendo, al mismo tiempo, una mayor resistencia a las distintas temperaturas extremas. Esto permite una mayor flexibilidad a la hora de elegir su ubicación en el trayecto de los gases de escape de un turismo. El elemento sensor se puede equipar opcionalmente en todas las variantes con una protección contra golpes térmicos. Esto mejora la resistencia contra el agua condensada en el trayecto de los gases de escape después de un arranque en frío.
Sensores de gases de escape para la preparación óptima de la mezcla
La sonda Lambda - situada delante del catalizador y, en algunos casos, detrás del mismo - mide el contenido de oxígeno en los gases de escape, lo que refleja la calidad de la combustión. La combustión completa de un kilogramo de gasolina requiere aproximadamente 14,7 kilogramos de aire. La relación de la mezcla existente con respecto a la mezcla óptima se llama valor Lambda. Los procesos convencionales de la combustión de gasolina funcionan con un valor Lambda igual a uno. Si el valor es inferior a uno, la mezcla es rica y con poco oxígeno. Si el valor supera la unidad, se quema con demasiado oxígeno, como pasa, por ejemplo, en los motores diesel y en los motores de gasolina de mezcla pobre. Con la llamada sonda de salto, que proporciona una señal en forma de salto en el paso de una mezcla pobre a una rica, se puede regular de forma precisa la mezcla estequiométrica (Lambda = 1).
| Fuente: Bosch
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