La próxima generación del Ford Focus ha sido probado en algunos de los lugares más extremos del planeta. Ha estado sobre los lagos árticos congelados, atravesando los más calientes desiertos e impulsado cargas de arriba a abajo por los puertos alpinos más altos, todo ello para garantizar una calidad y servicio impecable, así como una fiabilidad a toda prueba allá por donde se vaya.
La altitud afecta a los automóviles de la misma manera que afecta a los seres humanos. Cuanto más alto, menos oxígeno hay en el aire y se hace más difícil la respiración y el funcionamiento, por ello Ford ha testeado con frecuencia su Focus en los Alpes austríacos, en la Grossglockner High Alpine Road.
Terminada en 1935, esta impresionante carretera teje su camino de asfalto con el corazón del Parque Nacional Hohe Tauern a su derecha, antes de terminar frente a la montaña más alta de Austria, el Grossglockner (3798 m.) y su glaciar, el Pasterze.
Con 48 kilometros de largo, con 36 curvas desafiantes y una altitud máxima de 2.504 metros, esta obra maestra de la ingeniería vial es una meca para los motociclistas y entusiastas de la conducción. También es el lugar perfecto para realizar pruebas de altitud del nuevo Focus.
El ingeniero de integración de Ford, Bernd Herweling, pasó allí dos semanas, conduciendo 200 kilometros de arriba a abajo todos los días. "Estamos aquí para superar las pruebas de la próxima generación del Focus, y hemos traído para ello una variedad de motorizaciones, tanto de gasolina como diesel," explica, "estamos evaluando la facilidad de conducción en las empinadas carreteras de montaña desde la perspectiva del cliente. El Grossglockner es ideal para esto. La superficie de la carretera es muy buena. La primera sección es casi una constante subida con pendientes del 12 por ciento todo el camino hasta la marca de 2.400 metros. Allí el aire es mucho más liviano por lo que el motor tiene que trabajar más duro. Es una ruta larga que nos permite obtener una gran cantidad de datos. "
Las imágenes corresponden al momento en que el equipo estuvo probando un Focus (altamente camuflado) equipado con el nuevo motor 1.6 litros EcoBoost con turbo e inyección directa de gasolina. Bernd conduce, mientras que su colega Markus Polle se sienta en el asiento del pasajero vigilando en todo momento el ordenador portátil que muestra la temperatura ambiente, temperatura de aceite y una miríada de otras lecturas. En el asiento de atrás hay una docena de latas de combustible, envases de plástico llenos de lastre que pesan lo mismo a lo que pesarían tres adultos sentados.
Un día de conducción por la carretera del Grossglockner en los Alpes cuesta 28 euros. Después de salir de la estación de peaje en la parte inferior del valle, el camino muestra su carácter de inmediato, con abruptas subidas en una línea recta antes de entrar en una serie de curvas.
Bernd hace que el Focus trabaje duro. La mayoría de las veces se sube en segunda o tercera, pero en algunas de las curvas más estrictas es obligatorio engranar la primera. Se adelanta a uno, dos, tres personas que realizan entrenamientos, así como a varios exóticos coches deportivos, ganando altura a una velocidad vertiginosa.
El paisaje es simplemente impresionante, pero este camino exige máxima concentración, ya que hay enormes zonas húmedas a los lados y no existen barreras. Una vez en lo alto, Bernd detiene el coche en un área de descanso en la parte superior del paso, apaga el motor y despliega un deflector de viento alrededor del capó para atrapar el calor dentro del compartimiento del motor.
"Queremos que el motor se mantenga lo más caliente posible." - dice. "Subiendo estamos vigilando la refrigeración del motor, la temperatura del radiado, la temperatura del aceite del motor y en el caso de los modelos automáticos, la temperatura del aceite de la transmisión".
"Tenemos más de 100 canales electrónicos a bordo que registran cómo el vehículo esta funcionando. Se trata de una gran cantidad de información. Hasta ahora todo está funcionando bien. Mi trabajo es conducir muy rápido, pero no hasta el límite. ¡Podríamos ir mucho más rápido!"
Cuando Bernd y Markus analizan las lecturas del ordenador portátil, una multitud de personas se reúnen alrededor del Ford Focus camuflado. Algunos toman fotografías, muchas personas de prensa se acercan incluso por las ventanillas para echar un vistazo al interior.
"Esto sucede mucho", explica Bernd más tarde. "Cuando el coche está parado la gente trata de ver el interior. Si pasamos a alguien dos veces, dos veces se parará a mirarlo, porque le parecerá diferente. La gente es curiosa. Si alguien quiere tomar fotos no se puede evitar, aunque el camuflaje sirve de ayuda. Siempre estamos al tanto de lo que está pasando, pero nuestra principal ocupación es conducir y concentrarnos en nuestro trabajo. "
Después de cinco minutos es el momento de volver a descender. Subiendo por la colina el embrague y el motor son los que más sufren, pero ahora es el turno de que los frenos sean castigados. En el lado de la carretera numerosas señales advierten a los conductores para que seleccionen una marcha baja y que utilicen sus frenos con moderación. Bernd, sin embargo, apura la frenada en cada curva. Afortunadamente, el Focus se muestra firme como una cabra montesa.
Conforme nos acercamos a la parte inferior vemos otro Focus camuflado, con remolque. Bernd explica que conducirán en unos constantes 30km/h hasta la cima. A esa velocidad no hay flujo de aire prácticamente que pase a través del radiador, por lo que el sistema de refrigeración del motor se enfrenta a un severo entrenamiento.
"Las pruebas con trailer son muy importantes", añade Bernd. "Al nivel del mar en este coche se puede tirar de hasta 1.500 kg con este motor. Pero aquí en este ambiente enrarecido el motor va a luchar. Estamos empujando los límites para ver cuánto peso puede arrastrar colina arriba y cómo se comportará el embrague con las arrancadas en subida".
"Las condiciones son extremas", concluye, "pero por eso estamos aquí. Si el coche cumple con nuestros objetivos de rendimiento en este entorno, podrá hacerlo frente a casi cualquier cosa que el cliente le exija".
Fuente e imágenes: Gentileza de Ford | Preparación: Revista Coche
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