No vale si eres buen piloto, solo vale el dinero


Todos creíamos que en la Fórmula 1, la "reina de los deportes del motor", como muchos dicen, solo estaban los veinte y pocos mejores pilotos del mundo. Parece ser que no, que ya no es así. El último caso de "Pechito" López así nos lo demuestra. La negativa de la escudería Hispania Racing si no aportaba dinero para adquirir motores Cosworth es una buena prueba de ello. El problema es que "Pechito" y sus colaboradores ya habían entregado una cantidad (800 mil dólares) al malogrado equipo USF1, cantidad que de momento no les devuelven y que, por lo tanto, carecen de recursos para adquirir los motores para Hispania Racing (HRT). Por eso, simplemente por eso, el argentino no podrá optar a una plaza de piloto sustituto en la escudería española.

¿No deberían ser los patrocinadores, y no los pilotos, los encargados de aportar el dinero para adquirir equipamiento y motores, entre otras cosas, de una escudería? ¿Os imagináis que Fernando Alonso -por poner un ejemplo cercano- tuviera que aportar parte de su capital para conducir en Ferrari? ¿Dónde quedan aquéllos tiempos en los que directores de equipos de Fórmula 1 iban de ojeadores a las categorías "menores" del motor en busca de talentos capaces de conducir sus monoplazas a más de 300 km/h sin pestañear? Todo eso ha cambiado, ahora da igual el talento que tengas, sino el dinero. Con esta filosofía, pilotos como Lewis Hamilton o el mismo Fernando Alonso jamás habrían podido llegar a la élite de este deporte, y estarían limpiando calles por la ciudad de Oviedo o de peones de construcción por algún suburbio de Londres.


Ahora, cada vez que los locutores de radio y televisión narren un Gran Premio, no podrán decir aquélla famosa frase de: "estos son los mejores pilotos del mundo, señores", tendrán que decir: "estos son los más ricos del mundo, señores", si quieren responder a la verdad. El lado positivo de todo esto para "Pechito" -si es que tiene algún lado positivo- es que se evitará sufrir esta temporada viendo los monoplazas "tras la barrera", con todo el dinero aportado y sin posibilidad de conducir un coche. Porque, en la Fórmula 1 actual, ser piloto de pruebas es casi como ser un simple espectador: sin posibilidad apenas de probar el coche ni desarrollarlo (están prohibidos los tests fuera dentro de temporada), y con más fallos mecánicos que humanos (afortunadamente), pilotar un Fórmula 1 sin ser piloto titular es tremendamente complicado. Eso que ha ganado el argentino.

El lado malo es que se le quita espectáculo a la competición e interés al espectador. Antes, en sus inicios, solo llegaban a la Fórmula 1 los mejores pilotos que las escuderías querían, los que más se atrevían a arriesgar, los que llevaban el "gen de la velocidad" en la sangre. Ahora para buscar pilotos hay que irse a un banco, hay que pisar parquet y no asfalto.

Ciertamente que antiguamente el piloto de Fórmula 1 apenas ganaba para vivir, por eso llegaba a la próxima ronda con todo el empeño posible y ponía todas las ganas para alzarse con la victoria. Ahora a las cuatro o cinco carreras que llegue a los primeros puestos ya tiene, prácticamente, la vida resuelta, y la próxima vez que tenga que pisar el acelerador a fondo seguro que se lo replanteará. En las primeras carreras de Fernando Alonso, éste llegaba al podium prácticamente exhausto, desmayado, apenas podía sostenerse en pie. Las últimas veces que llegó no puede decirse precisamente que estuviera al límite de sus fuerzas. Son pequeñas diferencias, apuntes, que nos hace ver hasta qué forma se ha desvirtuado y corrompido este deporte y las pequeñas pero importantes diferencias entre competir porque te va la vida en ello y vives de ello (y porque te gusta, obviamente), y hacerlo simplemente por placer.

Afortunadamente aún podemos contar con escuderías como Williams, Sauber... donde, a pesar de la crisis económica, sigue imperando una cierta atmósfera a competitividad y buen hacer. Esperemos que los mandamases de esta competición no les hagan también cambiar esa filosofía.

3 comentarios:

  1. Anónimo5.3.10

    se puede decir más alto, pero no más claro. Muy bueno.

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  2. Anónimo5.3.10

    Tienes más razón que un santo. Lamentablemtene cada vez importa menos lo bueno que seas al volante.

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  3. Anónimo5.3.10

    El ejemplo de Fernando Alonso es muy bueno, antes Alonso corría hasta desmayarse, sí que lo daba "todo" (literalmente), ahora corre para no aburrirse en su casa de Suiza, es bastante diferente.

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