
En tiempos de presupuestos ajustados, muchos conductores reducen gastos destinados a servicios, pero están muy equivocados. Sólo aquéllos que al principio del invierno someten el sistema de encendido y el sistema eléctrico general de su vehículo a una revisión profesional en el taller, pueden circular con confianza, ya que han hecho todo lo que debían para garantizar su seguridad.
Precisamente los talleres son los que deben sensibilizar a sus clientes acerca del importante papel que juegan, por ejemplo, las bujías de encendido en el funcionamiento correcto de un motor de gasolina. Cuando han llegado al final de su vida útil, surgen graves problemas de arranque. Además, en cualquier caso, aumenta el consumo de combustible. Si aparecen fallos de encendido con el motor caliente, el catalizador puede sufrir daños.