Más de medio siglo ha transcurrido entre los lanzamientos de dos coches que, evidentemente cada uno en su época, han cubierto la demanda del coche urbano pero polivalente: nada menos que 54 años separan al 600 que vio la luz a mediados de 1957 del Mii presentado en otoño de 2011. ¿Son coches comparables entre sí? Por supuesto que, como comparar, todo es susceptible de comparación; pero ¿es razonable y lógico este enfrentamiento o, si se prefiere un enfoque menos antagónico, este paralelismo?
Sin olvidar en ningún momento lo ya dicho respecto a encuadrar cada coche en su época, sí es razonable comparar el 600 y el Mii, porque ambos responden a la definición dada más arriba: coche urbano, pero polivalente. Porque en ambas épocas existieron y existen vehículos más pequeños, más baratos y más económicos de consumo. Pero ¿podríamos considerarlos "coches" en la acepción coloquial y popular del término? Al margen de los biplazas deportivos, lo que comúnmente se entiende por "coche" es un vehículo capaz de albergar como mínimo a cuatro adultos, y con un razonable espacio para transportar equipaje. Y esta condición la cumplen tanto el 600 como el Mii.