1985 fue un año dorado para Volvo en el deporte del motor. "El ladrillo volante" -el Volvo 240 Turbo- ganó el Campeonato Europeo de Turismos (ETC) y su equivalente alemán, el Deutsche Touringwagen Meisterschaft (DTM).
Cuando Volvo lanzó su coche Station Wagon Volvo 240 en 1981 con un motor turbo, abrió un nuevo mercado para la empresa. Con él, Volvo demostró que no solo era capaz de construir coches seguros y resistentes, sino que además podían ser veloces y divertidos de conducir. El robusto motor B21ET de 2,1 litros con turbocompresor generaba 155 CV, lo que significaba que el Volvo 240 Turbo podía pasar de 0 a 100km/h en 9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 195km/h. El Volvo 240 Turbo Estate era el Station Wagon más rápido del mundo.