El Grupo Michelin está comprometido con el Dakar desde 1982 (con su marca BF Goodrich, especializada en neumáticos todo terreno, entre 2008 y 2012), una prueba que tiene un significado especial para el Grupo. Michelin y el Dakar comparten, en efecto, valores comunes, lo que se traduce en la asociación desde hace tres años entre el Grupo y Amaury Sport Organisation (ASO), el organizador de la prueba. Este acuerdo finaliza en 2015 pero las conversaciones entre ambas entidades para prolongar esta colaboración ya están en curso.
Puesto en marcha en 1978 como una carrera de aventura, de resistencia y de orientación entre la capital francesa y Dakar, en la República de Senegal, el París-Dakar ha ofrecido al público desde entonces las más espectaculares escenas que el deporte del motor puede ofrecer. Paisajes vírgenes e impresionantes en los que hombre y máquina se introducen como intrusos. Pilotos que se enfrentan tanto a los elementos como a sí mismos, debilitados por las dificultades. La resistencia del hombre y de la máquina sometida a duras pruebas a lo largo de especiales que no perdonan nada a sus protagonistas. En este contexto extremo, como en una novela, los hombres se transforman en héroes y las máquinas se hacen míticas.
Durante todas sus ediciones, el Dakar ha basado su apuesta en reunir a los mejores pilotos y los mejores constructores automovilísticos, de motos y de camiones del mundo. Michelin les acompaña desde 1982, tanto con neumáticos como con servicios concebidos para domar este medio extremo. Es oportuno recordar que el Dakar es también una oportunidad para el Grupo de medirse a una competencia de renombre mundial.
Actualmente, la prueba, que se celebra en Sudamérica por séptima vez, está justamente considerada como la mayor cita de la especialidad. La caravana del Dakar pasa por delante de más de cuatro millones de espectadores en dos semanas y las imágenes de la carrera se difunden por televisión e Internet, disponibles para más de 1.000 millones de personas en todo el mundo.
Los pilotos y los equipos se enfrentan en un recorrido de múltiples dificultades. Entre las exigencias de velocidad, de carrera de orientación, de navegación, de regularidad, de resistencia y de capacidad de pilotaje en los terrenos más hostiles, el Dakar es, en efecto, un complejo y completo desafío.
| Fuente: Michelin
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