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El piloto oficial de Volkswagen Sébastien Ogier y el dos veces campeón del mundo de rallyes Carlos Sainz, sometieron al Polo R WRC a un duro test en España. Los dos ases de los rallyes –Ogier es considerado por muchos expertos como un futuro campeón del mundo y Sainz, con dos títulos y 26 rallyes ganados, es uno de los pilotos más exitosos de la historia– cubrieron sin ningún tipo de problema cerca de 700 kilómetros, lo que corresponde al doble de la distancia de una prueba del WRC, con el objetivo de llevar al límite los nuevos componentes del vehículo y así poder recoger datos importantes para su futuro desarrollo. Volkswagen celebrará su debut en el Mundial de Rallyes con el Polo R WRC en 2013, y hasta entonces está realizando un extenso programa de pruebas y desarrollo.
"Cerca del 70% del WRC consiste en tramos sobre tierra, un 20% sobre asfalto y apenas un 10% sobre hielo y nieve. Las pruebas sobre tierra en España han servido para simular las secciones más duras del WRC y llevar al vehículo a sus límites de tensión y carga. Componentes del chasis como los soportes de cubos, los amortiguadores y la suspensión fueron probados de forma muy exigente con éxito", apunta el Director de Volkswagen Motorsport, Kris Nissen. "Carlos Sainz y Sebastién Ogier están trabajando extraordinariamente bien juntos, formando un tándem perfecto. Se respetan mútuamente, sin rivalidad, y están impulsando el proyecto con gran determinación. Nuestro siguiente paso será realizar más pruebas sobre asfalto para poder completar nuestro libro de especificaciones y así poder ir avanzando en la preparación".
En las estrechas y sinuosas carreteras de la región de Almería, en el sur de España, los franceses Sébastien Ogier y su copiloto Julien Ingrassia fueron los primeros en ponerse al volante del Polo R WRC de casi 300 CV. "Para nosotros, se trataba básicamente de conducir el máximo de kilómetros con este coche sobre terrenos muy duros. Paralelamente, realizamos algunos pequeños cambios en la puesta a punto para ir ganando velocidad paso a paso", explicó Ogier, de 28 años. En el tercer día, Carlos Sainz se sentó brevemente en el asiento del copiloto. "Por supuesto que fue una sorpresa, hace diez años soñaba con que fuera exactamente lo contrario", admitió Ogier con una sonrisa. "Pero ahora en serio, su experiencia y su aportación tienen un valor increíble para nosotros.
Sainz, que disputó su última prueba del Mundial en 2005 para luego incorporarse a Volkswagen y ganar el Rally Dakar en 2010, quiso tener de este modo una primera impresión del comportamiento sobre tierra del nuevo vehículo con tracción total y adquirir el estilo de conducción necesario. "Durante mi etapa en activo hice miles de kilómetros de pruebas, por lo que espero poder apoyar a Volkswagen con mi experiencia", declaró el español de 49 años, que posteriormente se puso al volante con su copiloto Timo Gottschalk. "Tengo mucha confianza en el equipo y no dudo que el Polo R WRC será toda una sensación. Pero no debemos olvidar que 2013 será el primer año del Polo en el Mundial, mientras que los competidores llevan muchos años en liza", añadió Sainz.
| Fuente: Volkswagen
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