El Renault Clio supuso un punto de inflexión para Renault. Fue el primer coche popular en adoptar la nueva identificación de modelos mediante letras, y no con números como venía siendo habitual hasta entonces en el fabricante francés. Y es que con el Clio, Renault entraba en un controvertido dilema: seguir usando las denominaciones mediante números, o usar nombres para sus modelos. El problema era que los números de la serie media (esto es, los vehículos donde el fabricante del rombo tenía más modelos) ya estaban agotados. El último en usar el que quedaba (el 19), fue el Renault 19.
Oficialmente Renault declaró por aquéllos días que se pasaba a las letras "porque eran más fáicles de recordar" para el público en general.
No obstante Renault ya había tenido otras experiencias con el uso de letras para identificar sus coches (algunas de ellas no muy buenas), como fue el caso del Supercinco, el modelo llamado a sustituir, a mediados de los años ochenta, al Renault 5. En algunas partes se denominaba Supercinco, Superfive en otras, o Super5, mientras que en otros países era conocido como Supercinq. En suma: un pequeño caos.
De los números "populares" de Renault, únicamente quedaban por usar dos: el 1 y el 2. El 3 fue el Renault 3, una variante del Renault 4, aparecida al mismo tiempo que éste (en el Salón de París de 1961), que se caracterizaba por una tercera ventanilla lateral sin cristal y que sería retirado del catálogo al año siguiente, por lo que muchísimas personas lo desconocen y las unidades que existen son muy pocas.
El Renault 2, sin embargo, bien podría haber sido el conocido como Renault Twingo, que supondría el modelo más pequeño de Renault. El único que queda de esta serie de números es el Renault 1, un modelo que se quedó en el tintero y que puede que jamás lleguemos a conocer.
| Redacción: Revista Coche
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