En Carglass somos especialistas en la reparación y sustitución de cristales de automóvil y por eso nos esforzamos en estudiar e investigar todos y cada uno de los aspectos relacionados con el daño o rotura de una luna. Resumimos buena parte de todo lo aprendido en este "Alucinante viaje al centro de un impacto", cuya primera parte se centró en cómo se produce el daño al cristal. En esta segunda entrega abordaremos lo que sucede tras el impacto y qué factores determinan que el cristal acabe rajándose por completo.
Una vez se ha producido un impacto (en la primera parte de este estudio te explicamos cómo, cuándo, dónde y por qué se generan) es solo cuestión de tiempo que el cristal acabe agrietándose y rompiéndose. El Grupo Belron tiene su propio departamento dedicado de investigación y desarrollo (Belron Technical) y, además, ha encargado numerosos estudios con diferentes universidades e institutos para tener el máximo conocimiento científico en esta materia y determinar qué factores inciden en el proceso de fractura de un vidrio. Se han realizado diferentes estudios técnicos con la Universidad Metropolitana de Swansea y el Instituto MIRA (estrés generado en un cristal por los cambios de temperatura) con sede en el Reino Unido; y con la Universidad Ecole Central de Lyon (resistencia de un parabrisas ante una carga cíclica) y el Instituto Ceram en Francia (sobre las tensiones típicas transmitidas al vidrio sobre varias superficies de carreteras); además de otro tipo de estudios, como los realizados en España con FESVIAL ("El parabrisas y su aportación a la seguridad vial") o con el RACC ("La siniestralidad de las lunas en España").