Tras permanecer nada menos que 18 meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), el robot humanoide de comunicación Kirobo ha vuelto a la Tierra a bordo de la nave de suministro de material CRS-5 Dragon de SpaceX, que amerizó con éxito en el océano Pacífico el pasado 12 de febrero.
Con solo 34 centímetros de altura y alrededor de un kilo de peso, Kirobo no se antoja como el mejor candidato para un vuelo espacial maratoniano. Sin embargo, para los socios fundadores del proyecto Kibo Robot, tener la audacia de enviar un androide astronauta de poco más de un palmo al espacio es un importante primer paso de cara a entender cómo humanos y robots pueden interactuar en el espacio en el futuro.