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Ferrari ha presentado el nuevo modelo llamado a sustituir al 599, el F12 Berlinetta, un Gran Turismo destinado a hacer las delicias de los amantes más pudientes de los deportivos de clase alta. Este modelo incorpora un motor V12 de 6.25 litros a 65 grados, con cárter seco y válvulas de distribución variable, que le otorga una potencia de 740 CV a las 8.700 rpm, y un par motor de 690 Nm a las 6.000 rpm (a partir de las 2.500 rpm).
Con este propulsar sus cifras de contaminación (CO2) son de 350 gramos por kilómetro, más de un cuarto de kilo de puro carbón lanzado a la atmósfera, y eso que desde Ferrari aseguran que le han conseguido reducir el consumo un 30% respecto a su predecesor. Está claro que la UE tiene que meter baza a este tipo de deportivos más pronto que tarde, porque no es factible ni lógico que a los conductores medios les masacren a impuestos si pasan de los 100 gr/km de CO2 por no cumpler el estándar europeo, y coches como este se vayan "de rositas" simplemente porque sus potenciales dueños pueden pagarse eso y mucho más. Pero ya todos sabemos que los políticos, por regla general, no usan la misma vara de medir para todo el mundo. Es más, con estos superdeportivos no les interesa usarla porque suelen ser precisamente ellos, esos mismos políticos, sus principales clientes.
