A nadie engaña que tanto Ferrari como Flavio Briatore están casi obligados a trabajar juntos. Al italiano no le hace ascos la escudería roja, y Ferrari, por su parte, necesita un peso pesado tras el muro como el que más. Cuestiones de dinero y de poder (tras el lío de "crashgate") es otro cantar que habrá que considerar aparte, sino ya podríamos dar por sentado que Briatore estaría en estos momentos ocupando el puesto de director de la escudería de Fórmula 1. Casualidades de la vida: lo que le alejó de esta competición para alcanzar al menos el poder llevarse un Gran Premio (el de Singapur 2008) le impiden el que haya podido seguir en la misma.
Stefano Domenicali será sustituido -temporalmente- por el encargado de operaciones de Ferrari en Norteamérica, Marco Mattiacci, mientras los del "cavallino rampante" tratan desesperadamente de arreglar su desastroso inicio de temporada, en donde su "furgoneta" F14-T (con un morro que parece la cordillera del Himalaya y que nadie en la parrilla tiene) marcha renqueante carrera sí y carrera también.
| Redacción: Revista Coche
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