Casi la mitad de las compañías españolas (46%) considera excesivo el tiempo que tarda un vehículo eléctrico en recargar su batería, lo que supone un nuevo freno a la implantación de esta tecnología en el parque móvil, según datos de El Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval, difundidos con motivo del Salón de Vehículo y Combustible Alternativo de Valladolid que termina mañana.
El estudio –realizado entre más de 4.800 gestores de flotas de pymes y grandes empresas para determinar las tendencias actuales y futuras del coche de empresa- muestra cómo a la limitada autonomía, que sigue siendo el principal caballo de batalla para el 61% de las compañías, se une este año un nuevo obstáculo que, curiosamente, preocupa más en España que en Europa (37%).
De esta forma, a pesar de representar la opción de movilidad más barata en cuanto a consumo para los desplazamientos urbanos –apenas 1,5 euros por cada cien kilómetros-, el coche eléctrico despierta nuevos receleos entre las empresas, sin que las barreras de años anteriores parezcan haber encontrado solución.
Así, el hecho de que los postes de recarga no formen parte todavía del paisaje urbano sigue siendo razón suficiente para que casi cuatro de cada diez empresas españolas –frente al 52% de las europeas- decidan retrasar la entrada de esta tecnología en sus flotas. Según el IDAE, a día de hoy existen 773 puntos de recarga públicos, pero será necesario llegar a 2020 con 13.500 postes más para cumplir con las directivas europeas.
La incertidumbre en torno a la reparación y mantenimiento de esta tecnología es otra de las reticencias que las compañías españolas (35%) y europeas (34%) siguen planteando a la tecnología eléctrica, ya que albergan todavía serias dudas sobre la capacidad real de los talleres para asumir estas responsabilidades con todas las garantías.
En resumidas cuentas, de los datos del CVO se desprende que el eléctrico no termina de encontrar su sitio entre las empresas, lo que se traduce en una demanda todavía muy incipiente, ya que son ellas junto con las Administraciones Püblicas las que deberían llevar la iniciativa para conseguir su popularización en el parque automovilístico. Concretamente, en los ocho primeros meses del año se matricularon en España un 63,5% más de coches eléctricos pero su cifra en volumen sigue siendo todavía poco representativa (497 unidades)
Según el director del Barómetro del Vehículo de Empresa, Alejandro Madrigal, "las compañías de renting tienen la obligación de aportar ideas para ir implementando el vehículo eléctrico gradualmente, al mismo tiempo que el resto de actores involucrados, tienen el compromiso de ir salvando los obstáculos para su completo despegue, llámese precio, llámese infraestructuras o autonomía de las baterías".
| Fuente: Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) | Alcance: España
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