Puede que los eléctricos le parezcan a muchas personas algo novedoso, pero en el año 1990 Fiat ya ofrecía su propio modelo con este tipo de energía. Se decía que era debido a la crisis del petróleo (¡otra más!) por lo que Fiat había decidido hacerlo. El modelo no era más que una variante del Panda, y se denominaba Fiat Panda Elettra.
Únicamente se vendió en Italia, en cuyo mercado costaba unos 2 millones de pesetas (unos 12.000 €, un precio nada desdeñable entonces, pero que ahora es tremendamente más barato que los eléctricos actuales). Por ese precio el Panda Elettra ofrecía unas baterías (alojadas en el compartimento trasero, las cuales, como puedes ver en la imagen, llenaban prácticamente todo el espacio de equipaje), que pesaban la friolera de 350 kilos. Esto no era todo, sino que debido a las voluminosas baterías, la segunda fila de asientos desaparecía, por lo que el Elettra únicamente tenía dos asientos (el conductor y el del pasajero).
En la actualidad, sin embargo, los eléctricos, por fortuna, tienen las baterías alojadas "en packs" bajo el maletero y/o en la parte inferior del habitáculo.
La autonomía del Elettra con plena carga era de entre 50 y 80 kilómetros (no sabemos a qué responde esa diferencia brutal de 30 kilómetros, seguramente a la propia tecnología de las baterías, que por aquél entonces eran de níquel-cadmio la mayoría de ellas), y su velocidad máxima era de 70 km/h. Teniendo en cuenta el peso que tenía que "arrastrar", es una velocidad más que digna.
Eso sí, con todos estos inconvenientes, Fiat ya se estaba planteando mejorarlo con un pequeño motor de gasolina, para así mover el coche cuando las baterías se hubieran descargado. Lo que hoy conocemos como un EVER (vehículo eléctrico de rango extendido).
| Redacción: Revista Coche
