Millón y medio de kilómetros de pruebas con el nuevo Chevrolet Malibu
En el momento álgido de su presentación a nivel mundial, los ingenieros del nuevo Chevrolet Malibu han recorrido más de un millón de millas (1,6 millones de kilómetros) en pruebas de desarrollo en carretera realizadas a lo largo de 22 meses en los cinco continentes.
El exhaustivo proceso de validación y desarrollo en carretera ayuda a garantizar excelentes niveles de conducción, manejo, confort, calidad y resistencia cuando empiece la producción. El nuevo Malibu se venderá en casi 100 países de los cinco continentes, lo que lo convertirá en el primer sedán mediano totalmente global de Chevrolet.
«Aprendes muchas cosas sobre un coche cuando pasas tanto tiempo en su interior, y se trata precisamente de eso, de aprender», comenta Mark Moussa, Ingeniero Jefe Global. «Durante el último año y medio, cada minuto de cada día, alguien ha conducido un Malibu en algún lugar del mundo con un único propósito: conseguir que sea el mejor coche posible».
El millón de millas en pruebas se viene acumulando desde el primer trimestre de 2010, con una flota compuesta por unos 170 vehículos de preproducción y un recorrido mensual medio de 45.450 millas (73.145 km); lo que equivale a:
- 66,66 años conduciendo un coche 15.000 millas (24.140 km) al año;
- 201 viajes de ida y vuelta entre Nueva York y Los Ángeles;
- Dos viajes de ida y vuelta a la Luna.
Aunque el régimen de pruebas del Malibu se diseñó de acuerdo con los estándares de GM para la validación de vehículos nuevos, en esta ocasión sus dimensiones se ampliaron debido al alcance global del proyecto. Para el Malibu se fabricaron más prototipos que para los modelos que se comercializan en un único mercado. Además, los prototipos presentaban 13 combinaciones de tren motriz y numerosos paquetes de equipamiento que el Malibu ofrecerá en distintos países del mundo.
El mayor número de condiciones de mercado contribuyó a que el cuentakilómetros colectivo del programa llegase la cota de los siete dígitos.
Los primeros prototipos fueron fabricados a mano por General Motors en Estados Unidos y enviados a distintos destinos del mundo entero. Se condujeron en circuitos de pruebas de GM en Norteamérica, así como en autovías, autopistas y carreteras secundarias de Estados Unidos, Canadá, Australia, Corea del Sur, China, Reino Unido, Dubái y Alemania.
Superar la fase de desarrollo significa que los trenes motrices, las suspensiones y otros elementos básicos de los Malibu de preproducción recibieron luz verde para pasar a producción. Las exhaustivas pruebas de conducción ayudaron a ajustar con precisión la dinámica general en cuanto a prestaciones, aislamiento acústico, confort de asientos, atributos de conducción y otros aspectos.
En el transcurso de las pruebas, los Malibu recorrieron el Valle de la Muerte en los días más calurosos del verano para poner a prueba el sistema de aire acondicionado, y también coronaron las Montañas Rocosas para realizar pruebas a gran altitud. Los coches se sometieron a cientos de kilómetros de conducción de arranque y parada en hora punta en Chicago y Seúl, y atravesaron las serpenteantes colinas de Carolina del Norte para evaluar el confort de los asientos y otros factores relacionados con travesías de largo recorrido.
«Aparte de las diferencias más obvias entre mercados, como los trenes motrices, hay un sinfín de pequeños detalles que varían en cada región, y todos deben ser validados en pruebas de conducción real», comenta Moussa. «Incluso detalles tan nimios como los soportes para monedas o tickets varían en cada mercado».
«En Corea, por ejemplo, las luces de emergencia suelen utilizarse para decir "gracias" a otros conductores, así que tenemos que asegurarnos de que el interruptor aguante a largo plazo», señala Moussa. «Además de las cosas más importantes, también tenemos que probar las que no lo parecen tanto, para así estar seguros de que estamos creando un producto de calidad que cumple las necesidades de todos estos mercados y usos distintos».
Desde los surcos de los monzones hasta las autopistas alemanas
Hablando de Corea, en ese y en otros mercados asiáticos expuestos a fuertes aguaceros durante la temporada de los monzones, la superficie de hormigón de las carreteras presenta profundos surcos para expulsar el agua. Funcionan bien durante la estación de lluvias, pero cuando el pavimento está seco, el ruido supone todo un reto para los ingenieros.
«Es un ruido muy difícil de aislar, y da la casualidad de que su frecuencia resulta muy molesta para el oído humano», afirma Kara Gordon, Ingeniera Acústica. «Pero los conductores de esos mercados tienen que convivir con esa realidad, y como las prestaciones acústicas de un vehículo influyen en la percepción de la calidad, para nosotros fue muy importante asegurarnos de que el Malibu recorriese aquellas carreteras con surcos de forma silenciosa.»
El ajuste final del chasis para la variante europea del Chevrolet Malibu se llevó a cabo en Alemania. El coche fue evaluado rigurosamente en una antigua base aérea utilizada hoy en día como instalación de pruebas. En total se recorrieron unos 3.000 kilómetros para determinar la mejor configuración del chasis para las carreteras europeas. Otras pruebas realizadas en Europa se centraron en la calibración del motor y la transmisión, así como en los sistemas de navegación y radio del Malibu.
Por otra parte, aunque la mayoría de coches de desarrollo se pasaron el día sobre el asfalto, otros estuvieron más bien parados. En Reino Unido y Estados Unidos, los coches de desarrollo atravesaron vados de agua salada y fueron colocados en una cámara para simular años de corrosión y conducción invernal, mientras que otros fueron aparcados bajo el sol de Arizona para comprobar el aguante de los materiales del interior frente al calor extremo.
Fruto del trabajo de desarrollo que ha llevado a recorrer este millón de millas, los ingenieros del Malibu han encontrado algunos aspectos mejorables en el vehículo, como por ejemplo una modificación en el sellante líquido de elementos de acero de la estructura de la carrocería, lo que contribuyó a una conducción más silenciosa.
«Nunca sabes si has acertado con esos detalles tan pequeños hasta que llevas el vehículo a la carretera», señala Moussa. «El millón de millas que hemos recorrido durante las pruebas deben ser motivo de confianza para cualquier persona que se plantee comprar el nuevo Malibu».
El Malibu de octava generación de Chevrolet será el “buque insignia” de la marca en muchas partes del mundo, como China, Corea, Europa y Australia. En Europa, el Malibu estará equipado con un motor de gasolina de 2,4 litros o con un diésel de 2 litros y cuatro cilindros. Las variantes de gasolina llegarán a los concesionarios de varios mercados en la primavera de 2012, mientras que la versión diésel lo hará en la segunda mitad del año.
| Fuente: Chevrolet
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