La noticia saltaba esta misma tarde: Jaime Alguersuari ya no correrá en un Fórmula 1. Al menos, de momento. Toro Rosso ha decidido dejar de contar con su pilotaje en sustitución de Daniel Ricciardo, australiano, y Jean Eric Vergne, francés (sí, Sebastian Buemi también "se cae").
Lo cierto es que, con los datos en la mano y tras el esfuerzo de la escudería (sobre todo en el último tramo del campeonato) por ofrecerles un coche competitivo, ninguno de los dos pilotos ha sabido brillar con luz propia. Lógicamente, tampoco nadie se espera que sean tan impresionantes como lo fue en su día Sebastian Vettel cuando pasó por Toro Rosso, pero al menos sí que plantaran un poco más de "guerra" y no dedicarse tanto a competir entre ellos, que es lo que estuvieron haciendo durante todo el campeonato. Cuando uno quedaba delante del otro, a la carrera siguiente trataba su compañero de hacer lo mismo, y quedaba bastante claro que esa dupla de pilotos -por mucho que nos pese- no tenía mucho sentido.
En declaraciones al diario Marca, Alguersuari se ha quejado de las formas en las que lo han despedido, dijo sentirse totalmente "sorprendido" con la decisión de prescindir de sus servicios, y se quejó también de que le hicieran debutar con diecinueve años. Dice también que es una noticia que le ha llegado "en el mejor momento de su vida deportiva" y que por eso no la entiende.
Sobre su futuro, dice que tiene muchas cosas que hacer (deportivas y profesionales, aunque no habla sobre su carrera de DJ, recordemos que el año pasado lanzó su primer disco), pero al menos es realista: menciona que en un país con cinco millones de parados, ese és el problema mayor para luchar cada día. Razón no le falta, al menos se da cuenta. Claro que él no será uno de esos parados que necesite mendigar ninguna prestación social, porque necesidad, lo que se dice necesidad, no va a tener.
| Redacción: Revista Coche
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