Las transmisiones CVT (Continuous Variable Transmissions) cada vez están tomando más protagonismo. Desde sus inicios en las motocicletas (sobre todo en scooters, en donde tienen su máximo protagonismo) han ido ganando más y más adeptos gracias a su comodidad para manejarlas, su economía y su confortable uso (y menos complejidad respecto a una caja de doble embrague, por ejemplo).
Bosch, uno de los especialistas en realizar este tipo de transmisiones para coches, ha inaugurado un centro de alta tecnología en Vietnam con el fin de producir correas de engranaje para este tipo de transmisiones, a usar en automóviles, y que se espera que en el año 2015 ronde los 2.3 millones de unidades producidas, destinadas al mercado asiático.
La planta, situada en la zona industrial de Long Thanh, en la provincia de Dong Nai, tiene un área de 160.000 metros cuadrados. En el primer año producirá 1.6 millones de correas, destinadas tanto a compactos, a vehículos deportivos, y a motores diesel, gasolina e híbridos. En total, Bosch ha invertido unos 30 millones de euros en la planta, y está pensando incrementar dicha inversión hasta los 55 millones de euros, así como emplear a 800 personas en 2015.
Las Transmisiones Variables Continuas ofrecen el máximo de aprovechamiento al motor, ya que su relación de cambio es, en la práctica, "infinita", contribuyendo a la reducción del combustible debido a que siempre se engrana la marcha adecuada. Comparada con una caja manual convencional, las de tecnología CVT logran una disminución del consumo de combustible y de las emisiones de CO2 en torno al 15%.
| Redacción: Revista Coche | Imagen: Bosch
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