El motor Wankel (de pistones rotatorios) de Mercedes-Benz


En los años 70 no solo Citroën comenzaba a experimentar con motores Wankel, sino que también Mercedes-Benz tenía el suyo, que motorizó a los modelos experimentales SL W 113 y R 107. El desarrollo para los germanos comenzó a mediados de los años 60, por aquél entonces el motor rotatorio era considerado por muchos el motor del futuro, llamado a sustituir a los motores por émbolo (los clásicos, los actuales), y para ello Mercedes-Benz desarrolló iniciativas, la más famosa de ellas en el coche de pruebas C 111, de 1969, el cual llevaba un motor de tres rotores, pasando poco después a montarlo de cuatro rotores.

El SL también montaría dicho propulsor, en el W 113 SL, con tres rotores y una cilindrada de 3,36 litros, que producía 203 CV (149 kW) a las 5.600 rpm. Con este motor, el SL podía alcanzar 205 km/h, lo que suponía casi 10 kilómetros más rápido que el SL de producción de aquél tiempo, el 280 SL. Este modelo de pruebas realizaría nada menos que 69.000 kilómetros de tests, desde el 18 de junio de 1968 hasta el 23 de octubre de ese mismo año.



Poco después, en 1971, vería la luz el R 107 de la serie SL, con transmisión específicamente preparada para trabajar con el motor rotatorio. Este vehículo, conocido internamente con el código 48-33, posee un motor que genera 277 CV (204 kW), siendo comparativamente más potente que los motores de pistones de aquél entonces.

Pero Hans Scherenberg, jefe de diseño en ingeniería y Kurt Obländer, experto en combustión y reducción de contaminantes, se muestran escéptivos sobre este tipo de propulsores. Por supuesto, entienden las ventajas de un motor de pistón rotativo, pero por las experiencias adquiridas tras las pruebas también comprueban unos serios inconvenientes.


El hecho de poseer una gran cámara de combustión difícilmente optimizada para un buen rendimiento termodinámico, con el fin de lograr la combustión completa del combustible en un motor Wankel es realmente complicado de conseguir. El consumo de combustible desde el inicio se manifestó enormemente alto y la contaminación debido al combustible no quemado en la cámara era enorme. Fue este el principal inconveniente, y no, como algunos argumentan, la dificultad técnica o los problemas mecánicos. Es la propia concepción del motor, con su enorme cámara de combustión desaprovechada, lo que dificultó su desarrollo.

Ninguno de los modelos experimentales del SL con motor rotativo se conservan en la actualidad, aunque existe un R 107 con este motor en el propio SL de Felix Wankel.



| Redacción: Revista Coche

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