Antes de la llegada del Insignia el tope de gama que ofrecía Opel era el Omega. Éste era un coche que suponía también la reminiscencia, el último modelo que quedaba de aquellos míticos Kapitan, Manta, Rekord... o Senator, al que sucedería.
El catálogo que ves, correspondiente a su último modelo antes de su desaparición, era un catálogo publicitario, en el cual Opel había prescindido de dato técnico alguno, versiones o acabados, presentando en su lugar al Opel Omega en su conjunto como un coche de representación, de lujo, de exclusividad y distinción.