Hace exactamente 40 años, Opel mostró su idea de un coche compacto seguro en la II Conferencia Técnica Internacional sobre la Seguridad Mejorada de Vehículos, celebrada en Londres. Los ingenieros disponían de un Kadett C, presentado el año anterior, y pudieron dejar volar su imaginación en lo que a materia de seguridad se trataba. Los técnicos tuvieron libertad para elegir su nombre y escogieron OSV (Opel Safety Vehicle - Vehículo de Seguridad Opel) y el número 40 coincidía con la velocidad en millas por hora a la que el vehículo estaba diseñado para resistir un impacto frontal. A pesar de todas las medidas de seguridad con las que contaba, el coche no pesaba más de 1.000 kilos.
"No arranques sin el cinturón de seguridad", fue el eslogan de una campaña realizada en 1974 en Alemania para persuadir a los conductores del uso del cinturón de seguridad. Dos años después, el uso del cinturón de seguridad se convirtió en obligatorio y en 1984 ya se prescribían multas por no usarlo. Opel, incluyó cinturones de seguridad de serie en sus vehículos desde el año 1973, y al año siguiente dio una visión adelantada en lo que a tecnología de seguridad se basaba, a través de un concepto muy próximo al Opel Kadett C de producción, que superó un impacto frontal a unos 65 km/h (40 mph) y allanó el camino para el desarrollo de nuevas soluciones de seguridad. La velocidad de impacto expresada en millas, también formó parte del nombre de este Opel Kadett: OSV 40. El Opel Astra actual demuestra la evolución desde aquellos días, cosechando los logros de 40 años de desarrollo para convertirse en un referente de la seguridad para sus pasajeros y de su equipamiento ultra-moderno de sistemas de asistencia.