
Toyota presentó hoy en el Salón Toy Show de Tokio (Japón), un curioso y bonito prototipo. Se trata simplemente de un concepto que, aclaran, no llegará a producción, pero que sí abre las líneas para diseñar futuros coches del futuro a una futura generación de potenciales conductores.
Su nombre es Camette, y es un coche que quiere ser faimiliar con una elevada personalización. Por ejemplo, la carrocería es personalizable mediante paneles (disponibles en una amplia variedad tanto de colores como de formas), y el interior posee tres asientos en configuración "1+2", con el objeto de colaborar "a una mayor relación entre padres e hijos". Los pedales, además, son totalmente ajustables, y pueden ser operados por los niños (en las zonas donde sea legal) mientras un adulto puede colocarse a su lado para ayudarle en la dirección y el frenado.