
El todocamino más innovador de Citroën, último lanzamiento de la marca, puede verse por el aire gracias al deporte del paramotor. La vela de un equipo biplaza y la de otro monoplaza de la Escuela de parapente y paramotor “Air Wind” lucen el nombre del coche más aventurero de Citroën. Y es que el C4 Aircross desprende dinamismo y libertad, pero también solidez y seguridad.
La marca patrocina esta variante del parapente, en la que el vuelo no sólo depende del viento, sino también del pilotaje que se realice de su motor. Gracias a este patrocinio, aparecen en el intradós de las velas, tanto la denominación C4 Aircross, situada en los extremos, como el logo de Citroën, que ocupa la posición central.