
Que los automóviles modernos cada vez recurran más a elementos eléctricos e informáticos tiene su parte buena y su parte mala. La buena es que así se consigue que ahorren más combustible, que sean más limpios, eficientes, cómodos y fáciles de conducir. La mala es que son más propensos a averías eléctricas y más sensibles a armas... como la que os presentamos.
Se trata de un arma que emite un pulso electromagnético. Como muchos sabéis, muchos de los circuitos actuales son muy sensibles a las interferencias con campos electromagnéticos, y un pulso de este estilo puede dejarlos, literalmente, "fritos". Es como si se "desmayaran" de golpe (podéis verlo en el vídeo que os ponemos al final del post).