Aunque pueda parecer mentira, hay municipios en España que han conseguido no sumar víctimas en accidentes de tráfico en sus vías urbanas a lo largo de todo un año. Ciudades con más de 100.000 habitantes o incluso 200.000 han logrado algo que en absoluto se puede considerar una utopía. Localidades como Alcalá de Henares (Madrid), L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) o Vitoria lo hicieron posible. ¿Cuál podría ser la próxima?
Según el experto en automoción Dekra, un total de 96 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes consiguieron al menos en un año no registrar fallecidos por accidentes de tráfico. Este dato corresponde al período 2009-2012, el último analizado, y representa el 16% del total de urbes europeas que lo han conseguido. Sólo Reino Unido y Alemania, países más poblados que el nuestro, nos adelantan con 121 y 100 municipios, respectivamente.
No obstante, España supera ampliamente a países de nuestro entorno como Francia o Italia, con unas 50 o 60 localidades cada uno. Pero éste no es nuestro único logro. Del total de ciudades europeas que han registrado cero víctimas en accidentes de tráfico urbanos durante los cuatro años que ha estudiado Dekra, un tercio son españolas.
De Marbella a Getxo
Lo cierto es que no hay una ciudad tipo que logre ese balance cero. Por ejemplo, hay once ciudades que han conseguido entre 2009 y 2012 no sumar víctimas por accidente de tráfico en sus vías. Son Getxo, Marbella, San Vicente del Raspeig, Viladecans, Cerdanyola del Vallès, Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Coslada, Fuenlabrada y Valdemoro. Hay municipios de alto poder adquisitivo (Getxo), ciudades dormitorio (Fuenlabrada) y centros turísticos de primer orden (Marbella).
Si pensamos en las 96 ciudades que han conseguido en al menos un año no registrar fallecidos por accidentes de tráfico, la mitad son de la Comunidad de Madrid y del arco mediterráneo, desde Murcia hasta Cataluña pasando por la Comunidad Valenciana. Si acaso el denominador común en muchos de los casos es que son poblaciones en torno a grandes ciudades, lo cual añade mérito al dato por el trasiego de vehículos entre unas y otras, o bien cercanas a la costa, con gran afluencia de tráfico por el turismo.
Todo esto cobra especial importancia cuando en España, según la Dirección General de Tráfico (DGT), se registraron 52.222 accidentes en vías urbanas en 2013, con un saldo de 450 fallecidos, 4.900 heridos graves y más de 63.000 leves. Si bien nunca será posible dejar indefinidamente en cero el número de víctimas, sí puede reducirse e incluso tener años con ese balance.
Mandamientos para un balance cero (#BalanceCero)
Con este objetivo, Dekra ofrece una serie de consejos básicos pero que seguidos a rajatabla pueden convertir a muchas urbes en la nueva Alcalá de Henares en seguridad vial y contribuir a conseguir el tan anhelado balance cero:
No olvidaré como conductor que he sido peatón. Toda recomendación siempre empieza por la responsabilidad. Lo cierto es que tráfico y personas no tienen otra alternativa que coexistir, de manera que ser responsable es básico para lograr una convivencia sana. Como explica Dekra, aspectos como una insuficiente conciencia de los riesgos al volante, la escasa consideración hacia los demás e, incluso, la agresividad en algunas ocasiones son causa de accidentes con daños personales.
No dejaré que mi móvil me despiste en carretera. O lo que es lo mismo, no dejar de prestar atención a la carretera. Y eso incluye comportamientos que están causando alarma social, como escribir mensajes a través del popular servicio WhatsApp o utilizar auriculares para hablar por el móvil mientras se circula. Estas incompatibilidades al volante pueden costar muchas vidas.
No arrancaré hasta que TODOS lleven puesto el cinturón. No olvidar el uso de sistemas imprescindibles para la seguridad como el cinturón o las sillas infantiles. El conductor es también responsable de las personas que lleve en el coche, sean grandes o pequeños.
No ahorraré en visitas al taller. Tampoco hay que olvidar la importancia de un correcto mantenimiento de los elementos mecánicos y electrónicos del vehículo a lo largo de toda su vida útil, algo que desgraciadamente con la crisis se ha empezado a espaciar más de lo debido, comprometiendo en ocasiones la seguridad vial. Esta mala praxis alcanza su máximo exponente con los talleres ilegales.
No daré mal ejemplo delante de niños. Educar en materia de seguridad vial desde edades muy tempranas, ya en la etapa preescolar, para inculcar a los más pequeños una actitud ejemplar al volante que deberán poner en práctica cuando comiencen a conducir llegada la mayoría de edad.
| Fuente: Dekra | Alcance: España
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