El tema del "papeleo" es siempre un asunto controvertido que genera dudas entre los conductores, sobre todo si tenemos en cuenta que el 96% no sabe rellenar correctamente un parte amistoso de accidentes. Para resolver de manera rápida estos trámites burocráticos, Arval proporciona a los conductores unas sencillas pautas para que todo sea más ágil y sin errores que retrasen la resolución del procedimiento.
Es conveniente distinguir entre accidentes sin contrario, en los que no es necesario realizar declaración de daños por escrito, y los que impliquen otro vehículo (accidentes con contrario). En este último caso, se tenga o no razón, el conductor debe tomar nota de los datos del resto de coches involucrados (matrícula, modelo, compañía de seguros, nombre y teléfono de contrario), pero, ¡ojo!, antes de hacerlo no debe olvidar ponerse el chaleco reflectante y señalizar el lugar del siniestro.
No entrar en discusiones
En estas situaciones de tensión, Arval recomienda evitar cualquier discusión con los conductores de los vehículos implicados y en caso de que no exista acuerdo, solicitar nombre y contacto de un testigo o la presencia de las autoridades que debe quedar reflejada en el parte.
La importancia del croquis
También es de gran ayuda dibujar un croquis que escenifique cómo se han producido los hechos e incluir cualquier detalle, por irrelevante que pueda parecer. Recuerda rellenar siempre el apartado destinado a víctimas con los datos de todos los afectados, incluyendo también a los más leves.
La declaración de siniestro no se puede modificar
Es importante tener claro que firmar la declaración de siniestro no implica asumir responsabilidades, pero sí facilita la solución amistosa de cualquier reclamación. En cualquier caso, como no se puede modificar una vez separadas las dos copias del parte, si no se está seguro de alguno de los detalles reflejados no hay que dejarse llevar por la prisa porque, aunque conviene actuar con rapidez, se dispone de 24 horas para comunicar el siniestro a la compañía de renting.
Los casos más habituales
Existen situaciones que no son favorables aunque así lo parezca. El caso más claro es el de conductor conduciendo marcha atrás: en caso de choque, siempre resultará culpable el coche trasero, aunque el otro coche salga, por ejemplo, de un parking sin mirar.
Otra situación muy habitual es la del siniestro provocado por apertura de puertas. Si existe disparidad de versiones y ambos circulaban en paralelo, siempre "pagará el pato" el conductor que presente los daños en el lateral derecho del coche.
Cuando se produzcan los daños por giro simultáneo de dos vehículos, será culpable el que presente los daños en el lateral derecho en caso de un giro a la derecha mientras que, por el contrario, en caso de giro a la izquierda, será el que presente los daños en el lateral izquierdo.
En caso de que el siniestro se produzca como consecuencia de que un vehículo adelanta y otro gira, resulta responsable el coche que realiza el giro. Si, por el contrario, los daños se producen en la parte trasera cuando el automóvil se está incorporando a la circulación, la carga siempre recaerá en el conductor que se incorpora.
| Fuente: Arval | Alcance: España
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