Durante las semanas de pruebas en pretemporada se observó que los monoplazas de Red-Bull no tenían el clásico soporte frontal que, obligatoriamente, deben instalarse en los monoplazas para la toma de imágenes desde una cámara que la FIA instala para los Grandes Premios. Como era simplemente un diseño no definitivo, no se prestó más atención a ello. Hasta el pasado fin de semana en Melbourne. En el Gran Premio australiano se descubrió que los monoplazas de Red Bull tenían la cámara instalada dentro del chasis, en un orificio específico al efecto entre los logotipos de Casio y Pirelli. Esto está prohibido por normativa, ya que no se pueden instalar soportes dentro de la estructura de carbono. Pero Red Bull aprovechó un vacío legal usando la "falsa nariz", (obligatoria por estética para saltarse el famoso "escalón" del año pasado) para hacerlo.
De esta forma no solo se aprovecha mejor la aerodinámica (en Red Bull explican que la intención es ofrecer menos resistencia al viento que una cámara convencional), sino que se impide que haya tomas de cámara "hacia atrás", evitando con ello que el resto de equipos puedan ver la flexibilidad de sus alerones delanteros (cosa que ocurrió la pasada temporada, en donde a Red Bull se le instó a cambiar sus alerones por ser demasiados flexibles). Esta es sólo una de las ventajas de usar una cámara así situada, pero ¿qué puede haber además debajo de ella, aprovechando el soporte de la misma cámara? Y es que Adrian Newey sigue demostrando que en cuestiones de aprovechar hasta los mínimos detalles de diseño del coche a su favor no tiene rival.
| Redacción: Revista Coche
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