Ferrari ya no es ni una compañía automovilística, solo es una empresa de marketing encargada de abrir parques temáticos y vender productos de souvenirs mientras Fiat se encarga de todos sus aspectos mecánicos. La decepción este fin de semana en la carrera de Fórmula 1 en Melbourne no es sino un síntoma más de que la "scuderia" ya no tiene ningún norte y hasta en el aspecto por el que históricamente eran más reconocidos, por sus motores, le superan fabricantes como Renault. Y eso que los de Red Bull apenas habían rodado en pretemporada.
Ver sus dos coches palidecer y arrastrarse por el circuito urbano australiano este domingo, mientras los mandamases de la compañía italiana se escudaban en que era culpa de que "el año pasado habían dividido sus esfuerzos" luchando por el Campeonato daba cierta vergüenza ajena.
En otro orden de cosas, otro de los aspectos que más se ha criticado en esta "nueva" Fórmula 1 es el apagado sonido de los motores. Algunos aficionados están en la inopia y parecen ignorar que el cambio de motor se ha hecho por motivos medio-ambientales (entre otras cuestiones), y que la contaminación acústica es uno de los tipos de contaminación que aunque no se vea, existe y puede producir graves problemas de salud en muchas personas. Los que se quejan de una F1 "sin sonido" deberían probar a vivir a pocos metros de un aeropuerto, o de un circuito de pruebas donde los motores estén rugiendo a escape libre sin cesar día y noche, para que puedan saber de lo que hablan.
En resumen, un fin de semana en donde en Mercedes han demostrado que ellos sí han hecho los deberes, y donde se ha visto a los propulsores Renault con mucho potencial. ¿Y Ferrari? Ferrari a abrir parques temáticos, que es eso lo que les da beneficios.
| Redacción: Scott Hebron para Revista Coche
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