En el año 1981 estrenaba los motores diésel en sus Santana. Aparecieron en dos variantes diferentes, el tope de gama se lo llevaba el Santana GX, con un motor turbo diésel, mientras que el motor de aspiración natural se lo quedaba el Santana LX. El Santana pesaba poco más de una tonelada, y medía 4.540 mm de largo. Ambos motores tenían un sistema de inyección Bosch, eran de cuatro cilindros, SOHC, con dos válvulas por cilindro (ocho en total). Ambos también tenían una cilindrada de 1,6 litros (1.588 cc), y, obviamente, la diferencia fundamental estaba en sus potencias: el del Santana LX ofrecía 53 CV a las 4.800 rpm, con un par motor de 100 Nm a las 2.300 rpm. El del Santana GX tenía 71 CV a las 4.500 rpm, con un par motor de 133 Nm a las 2.600 rpm, gracias a su compresor Garrett.
La velocidad máxima del LX era de 140 km/h, mientras que el GX era capaz de llegar hasta los 154 km/h. El primer motor se ofrecía junto a una caja de cambios manual de cuatro velocidades, pero el GX se vendía con una de cinco, también manual.
| Redacción: Revista Coche