En el año 1987 el Seat Malaga, el tricuerpo por antonomasia de Seat por aquéllos años, recibía por fin la inyección electrónica (bastante después que sus rivales). El motor elegido era el 1.5 de gasolina, y según se decía esto se hacía "para reducir sus niveles de contaminación". Aunque ahí no se detendría la cosa, puesto que pronto después le llegaría el turno al Ibiza, en la versión SXi.
El motor del Seat Malaga a inyección era de 4 cilindros, con una cilindrada de 1.461 cc, y una potencia de 101 CV. Se acoplaba a una caja de cambios de cinco velocidades (manual, obviamente), y tanto su suspensión delantera como trasera era independiendo, lo que le situaba en una posición bastante buena en dinámica de conducción.
Su velocidad máxima era de unos 180 km/h. Aunque en Seat aseguraban que se podía superar.
| Redacción: Revista Coche