Volvo continúa con éxito las pruebas con el nuevo combustible bio-DME para camiones


¿Podríamos contar con un futuro en el que los camiones que apenas dejan huella en el Medio Ambiente porque sus emisiones de CO2 son casi nulas? Volvo Trucks ya está llevando a cabo pruebas de campo con vehículos que utilizan bio-DME, un biocombustible procedente de biomasa y que además es muy eficaz energéticamente hablando. Para la industria del transporte, esto podría reducir el consumo de petróleo y por tanto, reducir el impacto medioambiental.
Desde el otoño pasado, diez camiones especialmente adaptados han estado rodando y trabajando por las carreteras suecas. No interfieren con el tráfico, ya que no ruedan más despacio que cualquier otro camión, y no parecen diferentes, pero son revolucionarios. La razón es que funcionan con bio-DME, un combustible procedente de biomasa o, en otras palabras, de materias primas renovables y totalmente naturales, lo que reduce las emisiones de dióxido de carbono en un 95% en comparación con el diésel. Las pruebas de campo están ahora en su ecuador y han cumplido e incluso superado las expectativas.

"Hemos demostrado que la tecnología se hace muy práctica cuando se trata de la producción de combustible y de camiones rodando, y que las infraestructuras de las estaciones de servicio en diferentes partes de Suecia funcionan eficazmente. Los resultados de estas pruebas auguran un buen futuro," afirma Lars Mårtensson, director medioambiental en Volvo Trucks.



El bio-DME, dimetileter procedente de biomasa, es un líquido de los denominados biocombustibles de segunda generación que se puede obtener de la madera o de productos de desecho de la producción agrícola.

"Según nuestros cálculos, en 20 años el bio-DME podría sustituir en un 50% al diésel que actualmente utilizan los vehículos comerciales en Europa. Tenemos la oportunidad de hacer una fantástica aportación para ayudar al Medio Ambiente", añade.

El bio-DME que se está usando en las pruebas de campo de Volvo Trucks procede del licor negro, un producto extraído de la pulpa de la madera. El licor negro también se usa para mover el molino que procesa la pulpa.
Hasta la fecha, los conductores de los camiones que están siendo probados han informado de que todo está resultando tal y como se esperaba, lo que es un éxito para el proyecto, repostar con biocombustible y conducir no debería ser más complicado o implicar desventaja frente al diésel convencional.

Yngve Holm transporta pulpa desde el norte de Suecia en un camión Volvo FH 440 adaptado para el uso de bio DME. Es uno de los mejores conductores de pruebas y ha identificado numerosas ventajas, como por ejemplo que emite menos ruido, y por supuesto, es más respetuoso con el medio ambiente.

"Puedo conducir alrededor de 650 kilómetros con un solo depósito, y el camión funciona igual de bien que con otro combustible. De hecho es mucho más silencioso, tanto en el interior como en el exterior". Ha participado en las pruebas de campo desde septiembre de 2011, y lleva acumulados 40.000 kilómetros. También ha respondido a numerosas preguntas sobre el combustible. "Mucha gente siente curiosidad y quiere saber cómo funciona. Siempre respondo que funciona realmente bien. Lo más importante es que estamos haciendo algo por el medio ambiente y por el futuro, y eso es bueno."

El bio-DME que utiliza se produce en la planta de Chemrec en Piteå, en el norte de Suecia, cerca del molino papelero de Smurfit-Kappa Kraftliner. Esta planta es la primera de este tipo en el mundo. El proceso tiene lugar en una plataforma sin muros formada por chimeneas de acero inoxidable, y tanques que conforman un complejo sistema. Chermec se conecta a esta infraestructura y tiende otra línea de producción en el molino, lo que resulta muy eficiente medioambientalmente. LA capacidad de producción aproximada des de 4 toneladas de bio-DME al día.

"El bio-DME se produce en tres fases. Tras recoger el licor negro de la pulpa del molino, lo convertimos en gas utilizando oxígeno puro, y a partir de ahí producimos un gas que puede ser sintetizado. Limpiamos el gas y lo transformamos en bio-DME. Después comprobamos la calidad y transferimos en bio-DME a un gran tanque cerca del molino para su almacenamiento," explica Ingvar Landälv, director técnico de Chemrec.

La producción del bio-DME está aún en pañales, pero tiene un enorme potencial.
"Hoy en día, solo usamos un 1% del licor negro que se produce en el molino. Si pudiéramos utilizar nuestra tecnología para convertir todo el licor negro en bio-DME, se podrían surtir cerca de 2.500 camiones, así que prevemos un gran potencial," comenta Ingvar Landälv.

Una inversión en bio-DME a gran escala, utilizando la forma de producción de Chemrec, la ingeniería de Volvo Trucks y el desarrollo de una red de estaciones de servicio, sin embargo, requiere una sustanciosa financiación.

"Para darnos cuenta del verdadero potencial y conseguir las condiciones adecuadas para un transporte inocuo al medio ambiente, hay que establecer reglas para esta segunda generación de biocombustibles. Ya hemos visto que la tecnología funciona, así que la pelota está en el tejado de aquellos que toman las decisiones. Está en ellos el crear las condiciones necesarias para este tipo de producción," concluye Max Jönsson.

| Fuente: Volvo

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