Atravesando un paso montañoso que ningún vehículo extranjero había cruzado antes, la expedición `Ruta de la Seda 2013´ ha completado la ruta Sinkiang-Tíbet, una de las carreteras más complicadas y exigentes del mundo al desarrollarse continuamente por senderos a 4.000 metros de altitud.
En esta dura etapa, los miembros de la expedición han atravesados lugares que muy pocos occidentales han contemplado con sus ojos, cruzando áreas fronterizas bajo control militar en unas altitudes que los propios médicos y montañeros expertos consideran de riesgo "elevado", "muy elevado" o "extremadamente elevado".