
Resulta paradójico que un elemento tan contaminante como un combustible lleve la etiquetas de "ecológico", "verde", "natural", "respetuoso con el medio ambiente"... Y hasta contradictorio. Pero parece que tendremos que acostumbrarnos a ello. Al menos, hasta que la Unión Europea prohíba su utilización en etiquetas tan confusas (cosa que no sería de extrañar, puesto que ya prohibieron en su día las populares etiquetas "bio" de los alimentos, los cuales de biológicos no tenían nada).
| Redacción: Revista Coche