
No es la primera vez que algún video-juego o dibujos animados (como algunos capítulos de Picachu) producen ataques epilépticos debido a la mezcla sucesiva y repentina de colores en forma de flashes. Pero sí es la primera vez que una marca de coches (o su departamento encargado de marketing, que casi es lo mismo) recurre a artimañas tan dañinas para llamar la atención. El anuncio tiene como protagonista a un DS4, e incluye imágenes con luces cegadoras en forma de flashes, e intermitencias con la palabra "YES".
Anuncios o exposiciones a este tipo de visiones pueden ocasionar la aparición de epilepsia a personas con fotosensibilidad, o desarrollarla en aquéllas que no la tengan. Reino Unido, al igual que Japón y algún que otro país, tiene una normativa bastante estricta sobre la exposición a este tipo de efectos, y, antes de difundirse, todos pasan por un software específico. Es ahí donde, al parecer, el software falló, ya que no detectó las escenas potencialmente peligrosas.
Por cierto, en España no existe ninguna agencia parecida que se ocupe de regular estas cosas. Aquí cualquiera puede poner lo que le apetezca en televisión, dañe o no dañe el cerebro de los televidentes.
| Redacción: Revista Coche