El Volkswagen Beetle es un fenómeno en todo el mundo. La gente siempre se alegra de ver este coche; ya sea en el Detroit hibernal, el soleado San Francisco o el venerado Boston, las calles lucen más colores con el Beetle y la vida es más sencilla. Sucede lo mismo en Europa y en las metrópolis asiáticas; también en las grandes ciudades del hemisferio sur como Sídney o Ciudad del Cabo. El Beetle es un coupé y convertible. Cuanto más numerosa es la presencia de este icono del diseño en las calles, más intenso es el fenómeno de simpatía que genera. Ahora, Volkswagen añade una nueva versión con el estreno mundial del Beetle Dune, que se presenta en el Salón Internacional de Detroit (del 13 al 26 de enero). Es un Beetle con un amplio, fresco y robusto aspecto off-road. Un coche que se sale de la norma. El Beetle Dune
Prototipo de diseño cercano a la producción en serie. El Beetle Dune es un prototipo pero todo en él puede trasladarse con facilidad a la producción en serie. En pleno invierno en el estado de Michigan, el Dune mostrará el lado más fascinante de esta estación: los deportes hibernales. Por este motivo, los diseñadores han ubicado un par de esquís en la parte trasera de la carrocería, que se ha alargado en 50 mm. Al igual que el legendario Escarabajo del pasado y los Porsche refrigerados por aire, el Dune cuenta con una carrocería rediseñada, llantas de 19 pulgadas y una imagen todoterreno como los buggies de Volkswagen que conquistaron las playas y dunas en el pasado. Y en verano, pueden transportarse los esquís que se montan en la parte trasera del maletero, para practicar el sandboarding.