El Citroen AX era la interpretación del Peugeot 106 de la otra firma gala de PSA, compartiendo ambos la plataforma compacta y sustituyendo al recordado Citroen VISA. Entraba a formar parte de un competitivo segmento del mercado con los Opel Corsa, los Renault Clio, los Nissan Micra... siendo destinado a un público que buscaba, principalmente, un coche barato y utilitario.
Citroen no estaba pasando por su mejor momento, y esto lo demuestra un catálogo bastante "desesperado", con imágenes redimensionadas de una forma desproporcionada (algunas más altas que anchas), tergiversando la foto en general y dejando un cierto sabor agridulce en el cliente que, en aquella época, visualizaba el catálogo en busca de su coche. Otra muestra de ello es el recurrente recurso a la juventud, a las caras sonrientes de chicos y chicas jóvenes que vivían en un mundo idílico "gracias" a comprarse un coche, otro recurso extremo de los publicistas desesperados. Por supuesto, no estamos diciendo que un catálogo de un turismo genérico ha de ser simple y anodino, pero ¡qué diferente la imagen de éste Citroen AX con la imagen "culta", elegante y sofisticada que destilaban las páginas del BMW que pusimos hace pocas semanas, y que era de la misma época! En Citroen les hubiera ido mucho mejor si hubieran sido sinceros y hubieran dicho: "es un coche barato y fácil de mantener", que era, principalmente, por lo que se lo compraban la gente de aquellos años a raudales (y gracias a ello logró su enorme éxito), y no por la imagen de un coche joven, alegre y divertido que erróneamente se empeñaban en transmitir. Utilizar términos como que el AX era un coche "malicioso", como lo definía Citroen, está fuera de todo lugar, y no tiene ningún sentido cuando buscas satisfacer a todo tipo de clientes, y no solo a los amantes del tuning. Por fortuna es algo que no se volvió a repetir en la casa del doble chevrón.
