El investigador Paul Davis nos presenta su Seat 124 Sport



Hoy os traemos un modelo muy especial que, seguramente, se encuentra en los corazones de muchos españoles. El Seat 124 Sport era el "muscle car" de las carreteras ibéricas, cuando apenas existían vehículos de este tipo en Europa (mucho menos en España) y, los pocos que había, eran tan elitistas y tenían un precio tan elevado, que estaban bastante lejos del común de los mortales.

Opel (inédita por aquellos años en España) con su Manta, y Peugeot (también inexistente en España por aquellas fechas) con su Peugeot 504 Coupé eran, podríamos decir, de los pocos fabricantes que disponían de modelos agresivos de dimensiones, mecánicas y comportamiento, dignos de un deportivo que se precie. El resto, incluyendo los Renault 15 y 17, o los mismos Seat 1200, eran modelos que se basaban en mecánicas y chasis (hoy se utilizaría el término más "cool" de "plataformas") de coches compactos, con todas sus limitaciones y sus muchos defectos. Pero sin embargo, el Seat 124 Sport 1600 y Seat 124 Sport 1800 era algo totalmente distinto, coches con unas prestaciones, acabados y componentes, dignos de ser considerados auténticos muscle car "a la europea".




Por eso hemos querido mostraros en Revista Coche uno de esos modelos, y que nos lo presente quien mejor lo conoce, su propietario que es, además, ni más ni menos que el mismísimo Paul Davis, de la "Franz LZ Insurances", inmortalizado en las novelas de "A Contrarreloj", escritas por J. G. Chamorro.

Geb -. Bienvenido, Paul Davis, y gracias por aceptar nuestra invitación. La última vez que nos vimos, si no recuerdo mal, nos citaste en una estación de tren, y hoy nos citas delante de la relojería "La Elegante", supongo para lograr un ambiente que nos lleve de inmediato a tu trabajo como investigador especializado en relojes, ¿he acertado?

Paul Davis -. Has acertado Geb. Me gustan los relojes y mi trabajo depende de ellos. Pero además esta relojería es un lugar que me produce calma y sosiego. Como sabes, soy amigo de la propietaria y es un lugar lleno de historia.

Geb -. Junto a ti tenemos un precioso Seat 124 Sport en color rojo. Como siempre suelo decir en estos casos, lo primero cuéntanos tu historia con este coche en concreto, ¿cómo lo conseguiste?

Paul Davis -. Verás, siempre me han apasionado los automóviles, aunque son poco prácticos, cada vez menos. Por eso que tradicionalmente he sido usuario de motocicleta, sobre todo scooters. En grandes ciudades es lo más ágil. Hace unos años un cliente, Alessandro Zanardi, me regaló un BMW M635 CSI. Lo acepté y me acostumbré a circular en coche. Lo que más me sorprendió es que aunque en ciudad era más engorroso, su conducción me hacía disfrutar. Son máquinas obsoletas, igual que una estilográfica, una maquinilla de afeitado clásico o un encendedor, pero eso me producía satisfacción y placer. Creo que lo asemejé a los relojes mecánicos, piezas que están técnicamente superadas pero que cuando eres un entusiasta te llenan. Franz Lengyel Zsoldos se encaprichó del BMW y me propuso cambiarlo por un Seat 124 Sport Coupé de color rojo que llevaba años restaurando.

Fue con ese 124 Sport que sentí algo especial. Los desplazamientos de trabajo se convertían en una vuelta al pasado, me hacían sentir diferente. Desgraciadamente en una persecución en la que me vi involucrado el auto quedó destruido. Yo ya había descubierto el coche que me gustaba, así que hablando con las chicas de Talleres Doble E me consiguieron no una, sino dos unidades del Seat 124 SC. Una en color verde de la primera serie y la otra en color azul de la segunda. Decidí pintar la verde en color rojo, un homenaje al defenestrado 124 anterior. Mientras que el azul lo pintaron de azul marino, lo convirtieron en descapotable como el Fiat 124 Cabriolet, y le montaron un motor algo más moderno, el del Fiat Coupe 2.0 Turbo 20v.

Para esta entrevista he decidido acudir con el modelo rojo, el que mantiene todos los elementos tal y como eran en 1973.


_Paul Davis y su Seat 124 SC_

//En esa época se matriculaban menos de medio millón de coches al año, ahora la cifra es casi del triple. Aproximadamente una de cada dos personas tienen un coche. En la época de este 124 la cifra era de una de cada diez.//




Geb -. ¿Qué es lo que más te cautivó del Seat 124 Sport? ¿Qué te atrae más de él? ¿Por qué el 124 Sport? En resumen: ¿qué recuerdos te trae?

Paul Davis -. Primeramente me recuerda lo que es exclusividad. Del Seat 124 Sport se vendieron unas 25.000 unidades, dudo que a día de hoy queden más de 2.000 en funcionamiento. Para que te hagas una idea, cada año se venden 10.000 Ferrari, así que si piensas en un coche especial, el 124 SC lo es más que un superdeportivo de lujo. Conducirlo me recuerda mi niñez, aún se veían circulando por las calles. Pero lo que lo hace especial es esa sensación de control, sin dirección asistida, sin control de tracción, ni ABS, y sin cierre centralizado. El proceso de abrir una puerta es algo mecánico al girar la llave, no hay electrónica, no hay servos. Es una acción directa de causa-efecto.

Además es un coche español, presentado precisamente en el Salón del Automóvil de la ciudad en la que vivo desde hace años. Un modelo muy avanzado para la época, el primero en contar con una caja de cambio de 5 relaciones, y el primero en montar un motor de alta cilindrada proveniente del Fiat 132 antes de que aquí llegara el Seat 132.

Es un coche amplio, relativamente cómodo para viajar. Sin embargo seguramente lo que más me atraíga es su sonido. Un ruido natural, sin adulterar, completamente distinto a los coches de ahora que apenas suenan y lo hacen todos con el mismo murmullo.



Geb -. En estos tiempos donde ese tipo de tecnología y mecánica está tan superada, y que además es tan difícil y complicado (por impuestos y demás) conducir uno de estos coches clásicos, ¿qué ventajas le ves tú? ¿Por qué no utilizas un coche moderno? No sé, un Audi TT por ejemplo.

Paul Davis -. Ventajas no tiene ninguna. Es sólo el placer de conducir algo especial, un vehículo que ya no se fabrica ni siquiera en forma parecida. Es esa simplicidad de la que puedes comprender cómo funciona todo. La dirección ni siquiera es por cremallera, es por tornillo sin fin, es decir, giras el volante y eso hace rotar un tornillo que con engranajes transmite el movimiento al tren delantero. Te lo puedes imaginar cada vez que te incorporas a una calle y sabes lo que está ocurriendo por dentro. Es como cuando le das cuerda a un reloj, sabes que ese giro en la corona termina comprimiendo un muelle de espiral.

En cuanto a por qué no uso un coche actual, te diría que es por capricho, por cabezonería. Prefiero mis Seat 124 Sport. El inconveniente es la de tiempo y dinero que requieren. Son máquinas con 50 años a sus espaldas, y todas acaban teniendo achaques en un momento u otro. Por fortuna con dos unidades rara es la vez en que las dos se hayan averiado, y cuando eso ocurre, pues los sustituyo por mi motocicleta. De nuevo lo veo muy parecido a los relojes antiguos, requieren revisiones frecuentes, manos y oídos expertos que los ausculten, y el motivo por el que estamos frente a "La Elegante".



Geb -. Sé que tienes buenos contactos y amistades con bastantes personajes conocidos, entre ellos Erius, que usa un Alfa Romeo Giulia también bastante antiguo, de los años 60. ¿No os motivan los coches de hoy en día? ¿Simple coincidencia, o hay algo también de reconocimiento mutuo?

Paul Davis -. Tal vez se esté iniciando una nueva tendencia (risas). Ahora en serio, creo que con tanta homogeneidad, tantas cosas iguales independientemente de la marca al final casi todo carece de carácter y personalidad. Estamos perdiendo la costumbre de disfrutar y conocer nuestros objetos. No sé si recordarás, en la época de nuestros abuelos o nuestros padres la gente solía llevar encima su propio bolígrafo o pluma. Estaban tan acostumbrados a escribir con él que se les hacía extraño hacerlo con el bolígrafo de un banco o que les prestase un compañero. Hoy en día cualquiera te presta un bolígrafo para que anotes algo... Todos los bolígrafos escriben más o menos igual, y entre tantos, uno y otro acaban siendo indistinguibles. Supongo que Erius también disfruta de ese proceso, son años con el mismo coche, un vehículo que conoce, que ha madurado con él, y que en el fondo forma parte de su vida.

Puede que también haya algo de rechazo a la vorágine de cambios tecnológicos. Vemos un cambio en gente que rehusa del smartphone en favor de teléfonos móviles sencillos, aparatos que no te saturan el día con notificaciones y tonterías.



Geb -. Algunas personas que utilizan estos coches lo hacen, principalmente, por añoranza hacia aquellos tiempos. Es una forma de volver a una época diferente, quizá un intento de sentir lo que en aquellos años se sentía, algo de romanticismo. Aunque no todo era tan idílico como a veces nos lo quieren presentar, también tenía sus ventajas. Por ejemplo, un coche como el suyo enseguida llamaría la atención de "los grises", pero también sería más fácil escaparse de ellos, no como ahora. ¿Añora eso, esos años en los que no nos vigilaban mil ojos y uno, con un coche, podía hacerse casi como dueño y señor de la carretera?

Paul Davis -. Probablemente la añoranza y la nostalgia tenga mucho que ver. Pero creo que hay algo más profundo en eso. Conducir un vehículo clásico te hace guardián de él, es como si fueras su preservador, una responsabilidad que has adquirido voluntariamente y que te motiva a cuidarlo y mantenerlo durante años.

Un coche como el mío llama la atención, muchos lo miran. Sin embargo, y pese a lo que te decía de la exclusividad, sus pensamientos suelen ser: "Mira, ahí va un loco con el coche de su abuelo". Tal vez hay poco respeto en esta sociedad, o mucha incultura, porque lo he visto también al escribir con estilográfica o vestir zapatos clásicos. Parece que si no llevas las últimas Adidas no eres nadie, aunque quienes lo critican, en realidad no han probado los zapatos tradicionales. En general no me importa, yo he probado ambos calzados y he elegido. Lo mismo ocurre con los coches, he conducido automóviles modernos y antiguos, y me quedo con los antiguos. Son coches que además representan un valor diferente, que te hacen sentir.



Geb -. Háblenos un poco del 124 Sport. Éste que nos presenta es el de la primera serie, luego vendría un "restyling", ¿cuál es el modelo que le sustituyó, tras finalizar la producción? Si es que hubo alguno.

Paul Davis -. Sí, este rojo es de la primera serie, el que montaba el motor 1.600. Se vendió solamente de 1970 a 1972 momento en que se renovó ligeramente y se le dotó del motor 1.800. Fue un modelo que tuvo mucho éxito en Estados Unidos, Seat lo exportaba. Así que cuando los Fiat 124 Sport estaban de capa caída, el Seat estaba en su apogeo. No creo que hubiera sustituto claro, el 124 Sport era un GT, un Gran Turismo, un coche rápido, pero también cómodo. Algo parecido al Ford Capri o al Renault Fuego que vendrían a posteriori.


_Paul Davis y su Seat 124 SC_

//Los coches de hoy pretendiendo serlo todo, no es nada, es el concepto de SUV que triunfa.//




Geb -. Y una pregunta que enlaza a la anterior: ¿cuál sería bajo su punto de vista, en Fiat o Seat, el 124 Sport "de hoy"?

Paul Davis -. Es una pregunta muy complicada. El 124 Sport costaba en su época aproximadamente el doble que un automóvil medio, es decir, sería similar al Audi TT que mencionabas. Además equipaba una motorización que no era exclusiva, ya que a posteriori se compartió con berlinas de representación como el Seat 132 primero y luego el Seat 131, pero también con automóviles compactos de carácter deportivo como los Seat 1430 FU y los Seat 124 FL. Por analogía parece que lo más similar sería un Cupra de Seat, pero fíjate que en su catálogo no hay ningún verdadero coupé. Es lo que hablábamos antes, ahora todo es tan parecido que nadie se atreve a lanzar cosas distintas ante el miedo de no gustar. Por supuesto todos se venden como si fueran diferentes, pero son palabras y mercadotecnia. Por poner un ejemplo, el presidente de Seat para Portugal viste un reloj alemán. Es decir, no es un reloj español ni portugués, es un guardatiempo de lujo germano. Algo que nada tiene que ver ni con los valores ni con la historia de la marca y que en otros tiempos sería inaudito.



Geb -. Hay un hecho que llama enseguida la atención respecto a estos modelos deportivos, y es que además de ser eso, deportivos, eran útiles para el día a día, y para viajar, con muy buena habitabilidad y, ya ve, un maletero de unas dignas dimensiones. Hoy a veces, salvo unas pocas excepciones, el diseño va en prejuicio de la practicidad, ¿no lo cree?

Paul Davis -. Sí, sí. Ahora es la imagen lo que vende. El Nissan Qashqai arrasó en ventas por su diseño externo, pero al final ni es deportivo, ni es todoterreno ni es urbano. Pretendiendo serlo todo, no es nada, es el concepto de SUV que triunfa. Si prestamos atención a los smartwatches, ya sólo el nombre nos indica lo mismo, no son relojes, son "wrist-devices" o algo parecido.

De esos GT a precio relativamente razonable apenas queda nada el BMW 430i Coupé, el Audi TT Coupé 45 TFSI y poco más.



Geb -. El Seat 124 Sport formaba parte de aquellos modelos, que desaparecerían prácticamente ya del mercado en la década de los ochenta (salvo contadas excepciones) con motor delantero y tracción trasera (o mejor dicho, propulsión). Durante muchos años después, sólo BMW seguiría ese concepto, tan habitual en años anteriores. De hecho una de las características del 124 Sport es el refuerzo en la carrocería, a la altura de la ventanilla trasera, como solían llevar los BMW, para robustecer el tren posterior y dotarlo de solidez. Todos esos detalles, que poca gente sabe, supongo que son interesantes para entablar alguna conversación en tensos momentos al que lo lleven su trabajo. Díganos, ¿es el Seat 124 Sport un coche en el que alguien como usted podría escapar y ponerse a salvo, frente a otros modelos más modernos que, pongamos por caso, lleven sus adversarios?

Paul Davis -. El 124 SC azul marino tiene un motor bastante actual, además tiene unas cuantas modificaciones en cuanto a suspensión y chasis, todo ello unido con un peso ligero debido a que no tiene que cargar con centralitas, cables, pantallas ni aparatos de aire acondicionado; me ha permitido comprobar que en cuanto a prestaciones es más eficaz que automóviles actuales mucho más potentes. Por ejemplo un Mercedes GLG o un Audi Q5 son más potentes, pero tan pesados que les falta mucha agilidad.

La dificultad de los 124 es que son difíciles de conducir al límite. Es propulsión trasera y sin ningún tipo de control electrónico, no soy mal conductor, pero tampoco soy un piloto profesional, así que en esas situaciones de persecución, yo que voy a bordo del Seat me juego el tipo, mientras que los rivales no. Por suerte en mi trabajo no es habitual ese tipo de enfrentamientos "cuerpo a cuerpo", por lo que tampoco me preocupa excesivamente.



Geb -. Vayamos a lo práctico: ¿no teme que en un accidente serio, los años que el Seat 124 Sport tiene a sus espaldas le pasen facturas? En materia de seguridad el parque automovilístico ha mejorado mucho.

Paul Davis -. Es algo que nunca pienso al volante, pero sí que se me ha pasado por la cabeza en alguna que otra ocasión. Si miramos los neumáticos del 124 Sport, llevaba unos neumáticos 175 de serie. Mi descapotable lleva 195, pero eso es muy poca goma hoy en día comparado con lo que llevan vehículos actuales. Así que los modernos, se agarran más y frenan mejor. Los sistemas de seguridad activa corrigen al conductor ante un exceso de confianza, mientras que los de seguridad pasiva tratan de atenuar las consecuencias de un accidente. Si miras a través de la ventanilla observarás como este modelo tal cual el original, ni siquiera contaba con apoyacabezas en las butacas. Una deceleración brusca, y nuestro cuello se quedará inevitablemente sin apoyo... Sí, asusta un poco cuando se piensa.

Por otro lado, me suelo mover por ciudad o vías interurbanas. En el mejor de los casos la velocidad está limitada a 80 Km/h, y en la realidad a mucho menos debido al tráfico, es menos riesgo del que había antes con vías todavía en peor estado que ahora y velocidades que no se controlaban.



Geb -. ¿Es caro mantener un modelo como el Seat 124 Sport, señor Davis?

Paul Davis -. Muchísimo. Muy caro tanto en tiempo como en dinero. Lo bueno es que se puede cambiar una cosa por otra. Si tienes tiempo y te gusta la mecánica puedes adquirir y montar repuestos de desguace a precios muy baratos. Si estás dispuesto a gastar dinero, las chicas del Taller Doble E se encargarán de todo. Yo soy un punto medio, a veces tengo tiempo y me gusta mirar piezas y accesorios por internet, aunque luego mecánicamente sea un desastre.



Geb -. ¿Con qué reloj, digamos de su tiempo, combinaría a la perfección el 124 Sport? Díganos, ¿qué reloj llevaría en su muñeca el orgulloso propietario de este coche que lo estrenara allá, por los años setenta?

Paul Davis -. El 124 SC era un coche caro en su época, por eso se conocía como el coche de los médicos. Sus propietarios solían ser doctores, abogados o empresarios. Aunque con las tasas de importación costaba menos de la mitad de un coche equivalente importado, es cierto también que el poder adquisitivo de entonces era muy inferior. Hablamos que en esa época se matriculaban menos de medio millón de coches al año, ahora la cifra es casi del triple. Aproximadamente una de cada dos personas tienen un coche. En la época de este 124 la cifra era de una de cada diez. Era raro que la gente tuviera coche, y menos aún uno tan caro como este.

Como el propietario era alguien de cierto nivel, y en aquella época lo normal era que eso se consiguiera con profesiones cualificadas, no como ahora, sus propietarios tenían un cierto nivel cultural también. Me imagino que un Tissot Visodate le encajaría bastante al 124 SC de 1970. Tissot hacía unos relojes magníficos, equiparables en calidad a Omega. Ahora es diferente, Tissot se ha ido reposicionando para no estar en ese nivel y no competir con otras marcas más elevadas de Swatch Group, del mismo modo que Seat se ha reposicionado para no competir con los coupés como el Volkswagen Scirocco.


_Paul Davis y su Seat 124 SC_

//Ahora todo es tan parecido que nadie se atreve a lanzar cosas distintas ante el miedo de no gustar. Por supuesto todos se venden como si fueran diferentes, pero son palabras y mercadotecnia.//




Geb -. Seat 124 Sport, la película Magnum Force con Harry Callahan ("Harry el Sucio"), o tal vez "El golpe", con Paul Newman, los mencionados "grises", los últimos coletazos de la dictadura... El Tissot que acaba de mencionarnos, un mechero IMCO para encender aquellos grasientos y sucios Ducados... Qué tiempos, ¿verdad?

Paul Davis -. Por supuesto. Un encendedor era algo de uso diario, igual que lo era un reloj. La gente estudiaba sus decisiones, y decidía si compraba un Champ o un IMCO, un Tissot o un Cauny, un Seat o un Renault. Todo tenía su razón de ser. Precisamente también me gustan los encendedores y creo que IMCO logró revolucionar el sector, un poco como hizo Seat con modelos populares. Era un mechero de gasolina fiable, fácil de usar y asequible, justo lo que representaba el Seat 600.



Geb -. Cuando llegue el momento en que ya no pueda conducir este 124 Sport, o que ya no dé más de sí y tenga que sustituirlo, ¿qué hará con él? ¿Lo guardará como un objeto de museo, o se desprenderá de él sin ningún remordimiendo, sabiendo que ya ha cumplido de sobra con su cometido, llevándolo al desguace?

Paul Davis -. Espero no tener que enfrentarme a esa decisión. Como decía un automóvil clásico es siempre cuestión de tiempo o dinero. Mientras pueda costearlo y Erika y Ester puedan encargarse de él, espero que este vehículo me dure al menos hasta que yo ya no esté capacitado para conducir. Llegado ese momento, haré con él como con mis relojes, preferiré venderlos a alguien que los vaya a disfrutar y a cuidar en vez de a quién más me pague por ellos. Me gustaría que siguieran usándose aunque yo ya no esté aquí.


Geb -. Muchas gracias por acompañarnos en este reportaje, y acceder a estar con nosotros presentándonos su coche. ¿Algunas últimas palabras que quiera añadir para sus fans más incondicionales?

Paul Davis -. Nada más por mi parte Geb. Te he visto una expresión un poco extraña en algunas preguntas. ¿Te apetece dar una vuelta con el 124 Sport?



| Redacción: Geb "El paparazzi" para Revista Coche | Dioramas gentileza de Reflejo Creative y Bburago | Los relatos de "A Contrarreloj" con las aventuras de Paul Davis se pueden encontrar en el marketplace de Amazon

2 comentarios:

  1. Queda claro que Paul Davis no solamente es un gran conocedor de los relojes, sino también de su automóvil. Menuda maravilla.

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    1. Sí, una entrevista muy interesante, sobre todo para los que amamos los coches clásicos y con personalidad.

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